El pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la Estrategia Nacional de Energía 2012-2017, que el Ejecutivo federal puso a consideración del Congreso de la Unión.
Con una votación de 237 votos a favor, 125 en contra y 99 abstenciones, se avaló el dictamen que presentó la Comisión de Energía para su discusión ante el pleno y el cual ya había sido validado por el Senado de la República.
En sus posicionamientos, la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) expuso sus observaciones contra ese documento que contiene las acciones que el gobierno federal aplicará para fortalecer al sector energético, y decidió abstenerse con 99 votos.
En tanto, los que votaron en contra fueron los diputados de las fracciones de izquierda, los de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Los que lo hicieron a favor fueron los diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza.
Al fundamentar la propuesta del Ejecutivo federal, el diputado priista Williams Oswaldo Ochoa Gallegos, secretario de la Comisión de Energía, explicó que la estrategia establece un plan de acción a implementarse los siguientes 15 años.
El planteamiento pretende atender la creciente demanda del sector de forma eficiente, segura y sustentable; sus objetivos estratégicos son el apoyo al crecimiento económico y la inclusión social, agregó.
Al posicionar su voto a favor, la diputada Blanca María Villaseñor, del PRI, manifestó que las medidas políticas que se establecen en la estrategia van de la mano con la eficiencia energética, el sostenimiento de la seguridad energética y el desarrollo sustentable.
Sin embargo, para el panista Juan Bueno Torio la estrategia es insuficiente para ser el eje rector de la política energética que mejore el desarrollo del país, pues carece de objetivos parciales, mecanismos de evaluación y acciones que garanticen una energía de calidad a un precio justo.
El legislador Germán Pacheco Díaz, también del PAN, abundó que sólo a través de consensos y concreción de acuerdos se podrán alcanzar las metas del sector a la par de un auténtico crecimiento y desarrollo de la población.
Consideró necesario un replanteamiento del documento, pues en su opinión el enviado por la Secretaría de Energía está incompleto, pues no contiene la información estadística suficiente para establecer las políticas que habrán de seguirse, así como el detalle del papel que jugarán diversos organismos en el desarrollo de la estrategia.
Por el PRD, el diputado Luis Ángel Xariel Espinosa Cházaro abundó que la Estrategia de Energía no cumple con los requerimientos necesarios para fijar un rumbo del sector, y la meta de crecimiento que se propone no coincide “con lo que puede apreciarse actualmente en México”.
La también perredista Aleida Alavez Ruiz advirtió que la estrategia energética plantea, en 80 por ciento de la propuesta, al capital privado como única solución a las demandas, situación que es contraria al precepto constitucional, y omite el urgente saneamiento interior de las empresas de la energía en el país.
Por el PVEM, la diputada Laura Ximena Martel Cantú, se pronunció a favor de articular la transformación del país en materia energética, y reconoció en la estrategia aprobada la base para impulsar a este sector, garantizando la sostenibilidad de los recursos, y reducir los impactos ambientales.
Por Movimiento Ciudadano, el diputado Ricardo Mejía Berdeja, señaló que el plan de energía no toma en cuenta las condiciones de muchos mexicanos respecto al consumo energético para su subsistencia, como el consumo eléctrico en zonas de temperaturas altas. En su oportunidad, el legislador del PT, José Alberto Benavides Castañeda recalcó que es preciso identificar en esa estrategia la ausencia de un diagnóstico real del sector y de las políticas públicas que abonen a la independencia energética del país.
La diputada petista Lilia Aguilar Gil denunció que la estrategia carece de metas, objetivos, acciones específicas y una evaluación de la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y carece de visión para fortalecer las capacidades del sector.
También, la diputada Dora María Guadalupe Talamante, de Nueva Alianza, reconoció que no obstante la visión y alcance de la estrategia faltan muchas cosas para que el uso responsable y sustentable de la energía repercuta de manera eficiente en el desarrollo del país.
Puntualizó que en la estrategia el tema de la sostenibilidad energética es abordada de una forma integral que permitirá el despunte de un crecimiento económico y vigilando el aspecto ambiental.