Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro han acordado un rescate de 10 mil millones de euros para Chipre, pero a cambio de la ayuda multimillonaria, Nicosia tendrá que imponer algunos sacrificios a los chipriotas.
Tras diez horas de negociaciones, el Eurogrupo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) establecieron un plan de rescate para Chipre que incluye “ambiciosas medidas” en el ámbito de la consolidación fiscal, las reformas estructurales y las privatizaciones.
El nuevo presidente de Chipre, el conservador Nikos Anastasiadis, ha permanecido en Bruselas tras la cumbre europea para seguir de cerca las negociaciones y estar en contacto permanente con su ministro de Finanzas, Michalis Sarris.
La novedad de este acuerdo incluye castigar con el diez por ciento todos los depósitos bancarios mayores a los cien mil euros, que recuerda una medida que en Argentina llamaron “corralito”.
Un funcionario del Banco Central Europeo señaló que prevé que el impuesto se pueda imponer antes de que los bancos abran el martes, debido a que el lunes es un día festivo en Chipre, para evitar retiros masivos.
Esta nueva medida, inédita en Europa, pondrá a prueba si este nuevo precedente podría poner nerviosos a los grandes clientes de entidades bancarias en otros países de la región en dificultades.
“La asistencia está garantizado para salvaguardar la estabilidad financiera en Chipre y la zona euro en su conjunto”, agregó el funcionario.
Además, a Chipre se le pide para evitar la bancarrota recortar su déficit, reducir el tamaño de su sector bancario y aumentar los impuestos.
El Eurogrupo ha logrado reducir el monto total de la asistencia de los 17 mil millones de euros inicialmente calculados hasta 10 mil millones de euros (unos 13 mil millones de dólares), explicó el presidente del grupo, Jeroen Dijsselbloem.
El economista ha justificado la medida sin precedentes de castigar a los depositantes por “la situación muy específica” de Chipre. Se estima que el nuevo impuesto supondrá una aportación de cinco mil 800 millones de euros (siete mil 750 millones de dólares).
La medida es “excepcional”, según defendió el presidente del Eurogrupo y la justifican por el elevado tamaño que tiene el sector financiero sobre la economía del país (aproximadamente cinco veces el PIB).
Se trata del quinto programa de rescate en la Eurozona desde el estallido de la crisis tras los casos de Grecia, Portugal e Irlanda y la banca española.
De acuerdo con expertos, ha sido una negociación larga y difícil, en parte debido a la renuencia de los países de la eurozona a utilizar el dinero de los contribuyentes para ayudar a los clientes extranjeros de los bancos chipriotas, muchos de ellos son rusos ricos.
Bruselas, 16 Mar (Notimex)