Lance Armstrong ha vivido sin molestias y ha llevado una vida positiva durante estos 18 meses desde su confesión de dopaje, dice el corredor estadounidense de 42 años.
Un sobreviviente de cáncer y héroe para millones de personas, le revocaron a Armstrong sus siete victorias del Tour de France y ha sido vetado de correr competitivamente de por vida en el 2012 por parte de la agencia de anti-dopaje de EUA después de acusarlo de ingeniarse el plan de dopaje más sofisticado en la historia del deporte.
La investigación junto con la confesión destruyeron la carrera y reputación del corredor, pero dice que ha llevado su vida diaria sin ser molestado por lo que hizo.
“Nunca me han molestado, ni una sola vez y eso me sorprende,” dice Armstrong. “Claro, aveces siento la vibra de que alguien me quiere decir algo, pero nunca ha pasado.”
Mientras que el día a día de Armstrong es bueno, los problemas del ciclista están muy lejos de quedar resueltos. Él y sus abogados se están preparando para enfrentar varias demandas civiles que podrían acabar con su fortuna acumulada que consiguió siendo uno de los atletas más populares y exitosos del mundo.
Un juez federal rechazó la petición de anular la demanda a él y su antiguo equipo de ciclismo, el cual fue patrocinado por la Servicio Postal de EUA, por defraudar al gobierno en un plan de usar drogas prohibidas para mejorar el rendimiento.
Sin embargo, Armstrong, aún desafiante, dice que el Servicio Postal de EUA benefició mucho por la publicidad que consiguió patrocinando al equipo y que la demanda surgió demasiado tarde.
“Tengo mucha confianza de ganaremos esta demanda,” dice Armstrong. “Yo no creo que alguien podría argumentar que el Servicio Postal fue dañado. Ganaron mucho dinero con el trato y consiguieron lo que quisieron. Trabajé muy duro para ellos y soy orgulloso por eso. Además, no hubo una relación formal entre mi y el servicio postal.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.