Antes se iba a un bar a echarse un buen trago mientras uno platicaba con sus cuates por horas. Ahora, uno suele ir al bar a echarse un buen trago mientras checa su celular por horas, y si queda tiempo, charlar con nuestros acompañantes.

Ni hablar, hay que aceptarlo: Muchas veces cuando salimos nos parece más interesante revisar nuestro Smartphone una y otra vez en lugar de convivir con nuestros amigos o pareja. Fue a raíz de esto, que en el bar Salve Jorge, en Sao Paulo, idearon cómo hacer que los clientes nuevamente platiquen entre ellos y se olviden por unas horas de sus teléfonos.

¿Cómo lograron esto que parecería imposible?

Pues fácil, cambiaron sus vasos comunes por unos cuya base tiene un hueco. Así, para mantener el vaso en equilibrio y evitar que la bebida se derrame, debe apoyarlo sobre el celular.

Muchos pensarían que esta idea no es del todo funcional, pues los dispositivos podrían dañarse, pero los diseñadores afirman que la forma del vaso impide que el vaso presente gotas de condensación en el lado donde se coloca el celular. Así, la humedad y gotas aparecerán, pero en el extremo contrario.

Quizá el único problema será hacer distintos vasos con la medida de los modelos de teléfonos que vayan surgiendo, pero bueno, éste sólo es un prototipo.

De acuerdo a los propietarios, lo que se busca con este innovador vaso es que los clientes lleguen al bar después de trabajar, apaguen sus aparatos que los mantienen en línea con el mundo, y por unas horas, charlen cara a cara con quienes los rodean.

¡Qué tal! No dudo que la idea sea muy funcional, pero ¿realmente será bien recibida por los clientes y el estilo de vida tecnológico que actualmente amarra a varios de ellos?

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