Lucharon por lograr un embarazo durante casi dos años. Lo intentaron de la forma natural y luego intentaron tres o cuatro inseminaciones intrauterinas: el semen se lava, se concentra y se coloca directamente en el útero de una mujer en el momento óptimo.

Sin embargo, como mamá y papá se “acercaban a los 40 años”, esos métodos no funcionaron y la pareja decidió probar con la fecundación in vitro. Con esta técnica, se fecundan varios óvulos fuera del cuerpo; los embriones resultantes se implantan en el vientre de la mujer.

Funcionó en el primer intento. Pero el resultado no fue exactamente lo que esta pareja esperaba.

“Decir que estábamos emocionados sería una exageración”, escribió el papá en el blog Babble.com, en una publicación anónima que recientemente se puso de moda en los medios sociales.

“En realidad estamos muy enojados… y aterrados, molestos, culpables y arrepentidos”, escribió.

Como verán, los dos embriones se implantaron con éxito. La esposa está embarazada con gemelos.

“Estoy acostada en la camilla —aturdida e infeliz— mientras recibo la noticia de que había dos sacos sanos presentes”, escribió la mamá anónima en una publicación independiente. “Estábamos esperando gemelos… niños, como descubriríamos más tarde. No dejaba de pensar que todo lo que había hecho era arruinar a nuestra familia”, señaló.

Decir que los lectores de Babble reaccionaron con ira sería poco. Muchos atacaron a la pareja por ser malagradecidos, egoístas y amargados.

Sin embargo, hubo una pequeña minoría que parecía identificarse con la forma en la que estos padres primerizos se estaban sintiendo: abrumados, agotados y temerosos de no ser capaces de proveer lo necesario para estos nuevos seres.

Los partos múltiples son un resultado cada vez más común para las parejas que recurren a la tecnología de reproducción asistida, según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG, por sus siglas en inglés); a menudo, la fecundación in vitro (FIV) es la causante.

“Una mujer que se somete a una FIV tiene aproximadamente 22 veces más riesgos de quedar embarazada con gemelos y 100 veces más riesgo de tener un embarazo triple, en comparación con la concepción natural”, señala el sitio web del ACOG.

Entonces, ¿por qué los médicos siguen implantando ocasionalmente varios embriones en las mujeres que se someten a FIV? Porque hasta las probabilidades de que uno solo se quede y se transforme en un bebé son bajas.

Según la Sociedad de Tecnologías de Reproducción Asistida, las mujeres menores de 35 años tienen menos de un 43 % de probabilidades de dar a luz luego de someterse a una FIV; las mujeres de más de 41 años tienen menos del 18% de probabilidades.

Dorothy Mitchell-Leef, especialista en fertilidad que trabaja en Atlanta, siempre sostiene una larga conversación con sus pacientes antes de implantar embrión alguno. Dice que discuten los riesgos, la posibilidad de embarazos múltiples y la posibilidad de que la pareja no logre el embarazo.

“Pueden estar molestos porque tal vez no era lo que querían”, dijo Mitchell-Leef acerca de la pareja anónima de Babble.com. “Pero tienen que preguntarse si tuvieron una conversación en la que enfatizaran que no querían más de un producto”, indicó.

Dijo que el problema es que ningún médico puede prometer que ciertos embriones van a tener éxito, si es que alguno lo tiene.

Los especialistas en FIV se han vuelto más cautelosos. Conforme los médicos notaron que las tasas de partos múltiples aumentaron radicalmente en Estados Unidos, empezaron a transferir menos embriones a la madre.

Mitchell-Leef dijo que la mayor parte del tiempo solo implanta uno. Pero es importante la calidad de los embriones, al igual que la edad de la mujer.

Una mujer de 41 años con tres embriones tiene pocas probabilidades de que alguno de ellos sea normal, “pero la mejor probabilidad implica implantar los tres y esperar que uno prospere”, dijo Mitchell-Leef.

Tal vez recuerden que Nadya Suleman —mejor conocida como Octomamá— recibió críticas por no reducir la cantidad de embriones que llevaba antes de dar a luz a ocho bebés.

La reducción selectiva —que consiste en abortar a uno o más de los fetos— también era una posibilidad para esta pareja anónima de Babble. En general, la decisión de hacer una reducción con gemelos es extremadamente controvertida.

Los gemelos no necesariamente conllevan riesgos para la salud de la madre o sus hijos fuera de tal vez requerir reposo en cama y cuidados más intensos, dijo Mitchell-Leef.

“Consideramos la reducción durante unos 30 segundos”, escribió este padre anónimo.

La reducción selectiva usualmente se ejecuta entre las nueve y las doce semanas de embarazo. Un médico usará una aguja para inyectar cloruro de potasio en el feto, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos. Hay un riesgo leve de que la madre aborte a todos los fetos como consecuencia de este procedimiento.

Las gestaciones múltiples son arriesgadas tanto para la madre como para los bebés, según la Sociedad Estadounidense para la Medicina Reproductiva. Los bebés de embarazos múltiples tienen mayores probabilidades de presentar problemas de desarrollo.

Las madres embarazadas con varios bebés están en mayor riesgo de abortar, de desarrollar diabetes gestacional y de presentar problemas relacionados con la presión arterial elevada.

Sin embargo, tener varios bebés también puede ser una bendición.

“Harás que funcione y amarás a esos niños”, publicó una internauta, quien afirma ser madre de gemelos.

“No mentiré ni diré que será fácil, porque no lo será. Pero te prometo que si superan el primer año juntos como equipo, serán la clase de familia más fuerte que existe, ¡y desde ese punto nada podrá detenerlos!”, agregó.

CNN