Decirle qué comer a la gente puede ser riesgoso, ya sea si el consejo es para un amigo o un país entero. Claro, la gente y los gobiernos lo hacen de todos modos. Varios países han salido con recomendaciones para la dieta más perfecta y sana.

Estás recomendaciones buscan mejorar el bienestar de la gente. Pero Paul Behrens, un investigador en la Universidad de Leiden, Holanda, quería saber si estos consejos impactan al medio ambiente. Producir alimentos, fin y al cabo, ha tenido un gran y variado impacto en el planeta, dependiendo mucho de qué alimentos demanda la gente.

En un estudio que llevó a cabo el investigador, observó qué pasaría si la gente en 37 países siguiera las recomendaciones alimentarias establecidas por su gobierno. En general, estos cambios le harían bien al planeta, además del bienestar individual de cada quien.

Las emisiones de gases de efecto de invernadero disminuirían, los canales de agua sufrirían menos contaminación por fertilizantes y se requeriría menos tierra para poder alimentar a la gente.

Según Behrens, tenemos la herramienta perfecta para analizar esto. Los científicos han amasado una enorme base de datos que les permite calcular las emisiones de gases de invernadero, la demanda por tierra o la contaminación de fertilizantes causados por cultivar diferentes tipos de alimento en diferentes partes del mundo. Hasta puede distinguir entre las emisiones que resultan de permitir que el ganado paste en Australia comparado con darles maíz en Norteamérica.

Behrens y sus colegas tomaron esta base de datos y calcularon primero el impacto de lo que la gente actualmente consume. Luego calcularon el impacto que tendrían los cambios en la dieta, en cada país, siguiendo las recomendaciones dietéticas de cada respectivo gobierno.

En la mayoría de los países, estos cambios alimenticios implicarían consumir menos carne, aves y huevos. Esto significa que se requerirá menos tierra para cultivar el alimento de los animales, menos emisiones de gases y menos contaminación del agua. Esto es particularmente cierto para Brasil y Australia, donde la gente consume mucha carne.

Sin embargo, existen excepciones. En la India, donde el consumo de carne, aves y huevo es extremadamente bajo, el gobierno quiere que la gente consuma más de estos alimentos. Seguir con estas recomendaciones por el gobierno de este país aumentaría los niveles de estas emisiones.

Hacer los cambios que piden los gobiernos en Sudáfrica también sumaría a los problemas ambientales ya que en estos países se recomienda consumir más lácteos. Y en Suiza, la gente debe comer muchas más verduras, frutas y nueces, otro cambio que aumentaría los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.

Algo interesante que puede uno notar en el estudio de Behrens es la información detallada que ha recopilado de recomendaciones dietarias que docenas de distintos países, al igual que las diferencias de lo que la gente realmente consume.

En Latvia, por ejemplo, el gobierno le recomienda a los ciudadanos que consuman principalmente granos, mientras que en Corea del Sur, los granos conforman una pequeña porción de lo que el gobierno recomienda que se consuma diario.

En EUA, las recomendaciones oficiales no mencionan explícitamente una reducción en consumo de carne. Sin embargo, las recomendaciones del gobierno sí son menores que el consumo de la gente de carne, aves y huevos. Las recomendaciones piden una gran disminución en consumo de azúcar. Todo esto implicaría menos contaminación y más tierra disponible para la naturaleza.

Behrens también menciona que sólo son unos pocos países que mencionan los potenciales impactos ambientales que conllevaría un cambio alimenticio de su población, lo cual él considera un gran error. Esta debería ser otra de las grandes razones por las cuales uno busque comer más sano.

Así que ahí lo tienes. Si empiezas a comer más sano para tu cuerpo, no sólo te haces a ti un favor, sino que estarías también aportando más que tu granito de arena a la causa para el mejoramiento de nuestro medio ambiente.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.