Con el calor, uno podría decir que ya está empezando la temporada de albercas. Aunque sirva como maravilla nadar el la alberca para refrescarte y quitarte el calor, existe una desventaja por pasar tiempo en la alberca: expones tu cuerpo demasiado al cloro, lo cual puede tener unas serias consecuencias.
En una alberca con mucho cloro, puede meterse a tus poros, causando irritación y resequedad.
Sin embargo, el cloro es la mejor manera de desinfectar una alberca, así que no hay mucho que le puedas hacer. Es mucho mejor la irritación del cloro que la infección que adquirirás en lugar.
¿Pero no hay alternativas?
Aunque sea imposible nadar sin un poquito de exposición al cloro, existen maneras de disminuir su uso. Las albercas de agua salada son una buena opción para aquellos con la piel sensible, pero no son totalmente libres de cloro ya que el sal en el agua genera niveles bajos de cloro.
El peor tipo de alberca es el techado, ya que es un espacio cerrado y el cloro suele propagarse en el aire y puede ser inhalado. Esto puede causar más serios problemas de salud.
Aquí hay unos consejos para cuidar tu piel, pelo y uñas la próxima vez que nades en una alberca:
Cómo proteger tu cuerpo
El cloro puede decolorar tu piel, así que lo mejor que puedas hacer para cuidarla es usando bloqueador solar resistente al agua. Recuerda volverlo a aplicar cada 80 minutos y siempre enjuagarte cuando salgas de la alberca.
Cómo proteger tu cara
Después de nadar, si tu cara se siente un poco apretada y seca, usa vitamina C, ayuda a remover el cloro. Mezclalo con lo que uses para lavar tu cara. No sólo desaparecerá el olor, pero la sensación de resequedad desaparecerá también.
Cómo proteger tu cabello
Mantén tu cabello brillante, suave y colorido peinandólo con aceite de coco antes de nadar. Esto acondicionará tu cabello y prevendrá que el cloro penetre el cabello.
Cómo proteger tus uñas
Si suelen secarse y quebrarse tus uñas, protegerlas con una capa de barniz es buena idea. Busca uno que fortalezca las uñas y evite que se rompan o pierdan brillo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.