Si vives con una pareja con malos hábitos al dormir, además de hacerte dormir mal, puede afectar tu relación de día. Según estudios, una noche de mal sueño puede empeorar las discusiones entre parejas.
Aquí hay unos consejos para dormir bien a pesar de que tu pareja te impida el sueño:
El que ronca
Roncar es uno de los peores problemas para una pareja que duerme en la misma cama. La mitad de los hombres y 25% de las mujeres roncan y es un gran problema para quien tiene que escuchar principalmente. Existen dos tipos de ronquido: el simple, que tiene que ver con factores ambientales, y síndrome de apnea de sueño, que es más severo.
La solución: Si las soluciones caseras o cotidianas no sirven, como esos productos que van sobre la nariz de quien ronca o que quien no puede dormir use tapas para el oído, prueba esto: ponle a tu pareja que ronca una pijama con bolsa en la parte de atrás donde quepa una bola de tenis. Suena raro, pero de esta manera tu pareja evitará dormir boca arriba, lo cual causa los ronquidos.
Si tu pareja despierta con frecuencia por falta de aire, esto puede ser señal de apnea de sueño.
El revoltoso
Si no te está pateando, te roba todas las cobijas. Para cuando sale el sol, ya te resignaste en una esquina de la cama abrazando tu cuerpo.
La solución: si pasa todas las noches, sería bueno ir con el doctor para descartar problemas neuronales. Pero si pas de vez en cuando, es bueno no consumir alcohol por mínimo cuatro horas antes de dormir. El estrés también puede ser un factor, pero un mal día no es lo único que puede causar estrés, un programa de televisión muy intenso puede elevar los niveles de cortisol en tu sangre, lo cual afecta a tu sueño más adelante.
El horno humano
Tu pareja siempre tiene calor en la noche, pero tú insistes en dormir con las ventanas cerradas. De cualquier modo, tú terminas con frío por el resto de la noche.
La solución: hazle caso a tu pareja. La gente suele dormir mejor en un cuarto con temperaturas más bajas. Otra opción es tener dos cobijas para ti en la cama, de esta manera te mantienes más caliente durante la noche, pero además te mueves menos, ayudando a que duermas aún mejor.
El adicto al botón de snooze
Suena el alarma, luego vuelve a sonar, una y otra vez. Para cuando los dos decidan salirse de la cama sienten que les faltaron unas horas de sueño.
La solución: esos 10 minutos adicionales no le hacen a nadie un favor. Arruina la calidad de sueño que conseguiste en la noche y confunde tu reloj interno. Lo mejor es despertar a la misma hora todos los días, así que mejor pon el alarma de tu pareja a la hora que realmente se despierte para que no se vuelva a dormir por no querer despertar.
El nocturno
Quizá no tengas hora de dormir, pero es molesto para ti que ya quieres irte a dormir pero tu pareja aún planea estar despierto por varias horas más. Lo peor es cuando por fin se mete a la cama te despierta.
La solución: el ejercicio resulta en un sueño más profundo. Asegurate de hacerlo mínimo cuatro horas antes de dormir, menos tiempo y puede ser difícil relajarse cuando llegue la hora de dormir.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.