Conforme baja la temperatura, también la humedad, lo cual puede sacar la humedad de las células de tu piel. Combina esto con el calor de los calentadores y aumentas el riesgo de la resequedad.

No importa qué tipo de piel tengas, hasta la piel grasosa siente los efectos de cuando usas el calentador interior. En el frío tu piel trata de conservar el calor al apretar los vasos sanguíneos, lo cual en cambio seca las capas externas de la piel. Esto hace que se sienta seca y que se vea opaca tu piel, también las líneas de expresión son más notables en estos momentos.

Pero aquí te ayudamos a evitar esto para mantener tu piel suave y lisa durante toda la temporada:

Invierte en un humidificador

Esto ayuda a mantener la humedad en el aire y previene las condiciones que resultan en la piel reseca. Es especialmente útil en las noches cuando tu piel pasa por su proceso de restauración.

Cubre tu piel cuando salgas donde hay aire frío

Piensa en bufandas, gorros o guantes. El viento junto con las temperaturas bajas puede resecar tu piel rápidamente si está expuesta. También ayuda a que uses materiales naturales cuando estés en interiores, como algodón, por ejemplo. Los materiales sintéticos puedes dar comezón e irritar la piel sensible, secándola en el proceso.

Evita largos y calientes baños

El agua caliente acaba con la capa de lípidos en la piel. Mantén la temperatura del agua tibio y trata de que no dure más de cinco minutos. Y no talles tu piel con la toalla al final, tócalo suavemente con la toalla y aplica crema humectante inmediatamente después de bañarte para maximizar la absorción.

Usa productos con químicos fuertes en moderación

Medicamentos para acné y sueros contra el envejecimiento contienen ingredientes fuertes como el retinol que tienen efectos que resecan la piel. Limita el uso de estos productos a una vez cada dos días para evitar dejar tu piel seca y descarapelada.

Usa productos con los ingredientes activos correctos

Ceramides ayudan a crear una fuerte barrera y retiene la humedad necesaria para la piel. Los probióticos y los prebióticos pueden aumentar la producción natural de ceramides y equilibran el pH de la piel.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.