Si alguna vez has terminado con la cara toda roja y sensible después de exfoliarte, esto es algo que deberías de leer.

La exfoliación es cuando quitas células de piel muertas de la capa superior de tu piel. El remover toda esta basura de la piel, hará tu complexión más brillante y permitirá que productos para cuidarte la piel penetren más profundo.

También puede suavizar tu piel y reducir tu riesgo de acné ya que estas células muertas pueden acumularse y tapar tus poros.

La exfoliación es particularmente útil cuando envejecemos y disminuye la reproducción celular.

¿Con qué frecuencia deberías de exfoliarte la cara?

Como regla, la idea es que tu cara no quede roja ni sensible al final, hay que tallar suavemente la cara para consentir la piel.

Si tienes la piel demasiado sensible y siempre se te irrita después de exfoliarte, quizá este no sea para ti.

Pero si tienes la piel bien grasosa, puedes exfoliarte más seguido, hasta 4 veces por semana y quizá puedas tolerar tanto los exfoliantes químicos como los mecánicos.

Si tienes la piel normal, recomendamos que no te exfolies más de dos veces a la semana.

Evita exfoliarte si te está saliendo un brote de granos en la cara, harás más daño que bien si insistes en usarlo.

También si tienes alguna cortada o herida en la cara, para evitar infecciones, no te exfolies tampoco.

Cómo exfoliarte

Exfoliante mecánico

  1. Usando un cepillo limpio o tu exfoliante favorito, mueve los dedos en pequeños círculos, suaves y gentiles, alrededor de tu cara.
  2. Que tus movimientos sean ligeros. Piensa más como si te acariciaras y no tanto como si tallaras alguna prenda con una mancha.
  3. Enjuágate con agua tibia o al tiempo para no irritar tu cara con agua caliente.
  4. Toca la toalla contra la piel para secar, no talles, y luego aplica humectante. No te saltes este paso.

Exfoliante químico

  1. Agarra tu exfoliante químico favorito y aplica una cantidad pequeña y mueve los dedos en pequeños círculos suaves después de lavarte la cara.
  2. Si es un producto que dejas sobre tu piel, sigue las instrucciones sobre cuánto tiempo deberías dejarlo antes de enjuagarte. Si está hecho para enjuagarse, hazlo suavemente con agua tibia.
  3. Seca tu cara tocando una toalla contra la piel, no talles. Aplica un humectante, recuerda no saltarte este paso o se te resecará la cara.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.