Cuando cada paso que das te duele, vas a querer saber qué es lo que te pasa.
El dolor del talón puede ser increíblemente incómodo, puede sentirse como si tuvieras algo filoso picándote la planta del pie mientras caminas o hasta puede sentirse como un dolor entumecedor tenso.
De cualquier modo, este dolor no se alivia rápidamente y puede limitar la cantidad de tiempo que puedes permanecer de pie.
Una causa común para esto es la fascitis plantar, una inflamación de la planta fascia. Este se aprieta cuando flexionas la planta del pie, apuntando los dedos hacia arriba o cuando te paras de puntas, creando una palanca rígida a través de un modelo biomecánico.
Esto se desarrolla gradualmente y puede ser común en la gente con pies planos o gente que usa calzados con la suela plana o gente con pantorrillas débiles o tensas.
Los síntomas típicos incluyen dolor que empeora gradualmente con cada paso que des o cuando caminas sobre un piso duro.
¿Cómo aliviar este dolor?
Ruédalo: para alivio inmediato, intenta usar una bola de tenis (o una botella de agua congelada si el dolor es agudo) para masajear los tejidos en la suela del pie. Asegúrate de hacer lo mismo con tus pantorrillas con un rodillo de espuma. Pasa unos 5 minutos haciendo esto.
Estíralo: intenta estirar no sólo los isquiotibiales y las pantorrillas, sino también el dedo gordo.
Cárgalo: en la orilla de un escalón equilibra el pie afectado, agárrate de un barandal o de lo que puedas para no caerte. Haz unos dos juegos de 20 repeticiones de esto, dejando un pie sobre la orilla del escalón por unos segundos y luego descansa con los dos pies a la misma altura.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.