Existen muchas reglas no escritas para las primeras citas, como no hablar de religión, política o parejas pasadas. Pero luego hay unas personas que te tocan que sabes ya tras un ratito de estar con esta persona que no vas a volverlo a ver otra vez.

Estos son unos comportamientos por los cuales no deberías de acceder a una segunda cita con alguien:

Que te toque de más

Una cosa es que te agarre la mano para ayudarte a salir del coche o que te ponga la mano en la espalda cuando están caminando en un cuarto lleno de gente, pero tampoco quieres tenerlo encima de ti como si fuera una bufanda toda la noche.

Que la conversación no te involucre

Está bien que tu cita hable de si mismo, pero si este tema domina toda la conversación, estás hablando con un narcisista o una persona demasiado egocéntrica. Tú ya sabrás si quieres otra cita donde sólo escuches sobre la vida de este individuo.

No es un caballero

No necesitas que se quite el saco para ayudarte a cruzar un charco, pero no significa que un poco de caballerosidad no sea algo que puedas apreciar, como el que te detenga la puerta para que pases.

Tampoco quieres salir con alguien que trata feo a los meseros ni que se pase un buen cacho de la cita en su celular.

Llega todo descuidado

Realmente para que una persona se vea presentable es lo mínimo que deberías de esperar. No tiene que llegar todo peinado de traje y copete, pero sí buscas alguna semblanza de limpieza e higiene.

Si no cumple con lo mínimo como llegar con el pelo ordenado, rasurado o con la barba cuidada y con ropa limpia, quizá hasta debas cancelar la primera cita.

No sabe hacer cumplidos

Quizá sus intenciones sean buenas o no, pero sí sólo puede comentar sobre tú físico sin siquiera esconderlo con algún comentario tipo “haces ver muy bien ese vestido” es una buena señal de que sólo le interesa una cosa.

Busca que si te va a dar algún cumplido que sea algo sobre ti y no algo que se pueda ver en ti a la primera instancia.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.