Ser soltero ahora no es lo mismo que en los tiempos que nuestros padres aún salían y no eran novios. En ese tiempo las opciones eran muy limitadas, sólo podían salir con compañeros de clase, colegas o amigos de amigos. Ahora apps como Tinder te dejan salir con casi cualquiera en donde sea. Pero resulta que esto esta creando a adictos a las citas.

Según una encuesta reciente, uno de cada seis personas solteras dicen que sienten una adicción al proceso de buscar una cita. Y al parecer los hombres son más adictos que las mujeres con un 20% más admitiendo que son adictos a las citas. Según los descubrimientos, los millennials tienen una posibilidad del 125% mayor de volverse adictos a las citas.

En realidad es muy fácil saber si eres adicto a las citas, simplemente te das cuenta si estás saliendo constantemente de cita. Si sales a 15 citas en un mes, si no te das cuenta que tienes un problema, quizá tengas otros problemas que hay que solucionar primero.

Aunque parezca impresionante que salgas tan seguido con distintas personas, en realidad esto funciona en tu contra, no a tu favor.

El cerebro humano supuestamente sólo puede aguantar entre cinco a nueve cosas a la vez. Así que después de nueve citas, es muy probable que tu cerebro te impida tener una segunda cita con cualquiera. Tu cerebro se sobrecarga y te paraliza y dejas de hacer las cosas. A partir de este punto entras en un ciclo vicioso adictivo.

Si sientes que estás cayendo en comportamientos adictivos, intenta esta estrategia para romper el ciclo:

Después de conocer a nueve nuevas personas, deja de buscar a más y trata de conocer mejor a estas personas, al menos una de ellas. Esto significa salir al menos una o dos veces más con esta persona. Mientras más llegas a conocer a una persona, mejor te gustará.

Intenta salir en citas donde hagas algo interesante o emocionante para hacer fluir la dopamina y dar un verdadero vistazo a la persona que tienes enfrente.

Si no es para ti la persona, está bien, pero al menos sabes que intentaste y estás evitando la adicción en el proceso.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.