Ser madre es bonito y llenador. Pero de repente te das cuenta de que tienes que enseñarle a otro ser humano sobre la vida y te das cuenta de que no sabes nada de ella. Estas son algunas de las maneras que te das cuenta de esto:
No puedes identificar flores, aves ni animalitos por tu vida
Sabes lo que es una rosa, ¿pero cómo se llaman esas flores moradas que son negras en medio? ¿Y cómo se le decía al bebé de una cabra? Nunca te separes de Google.
Los hijos de todos los demás son bilingües
Mientras tanto, tu hijo no ha dicho más que mamá y papá y fsgasgsokfr. Quizá le podrías decir a tus amigos que habla sueco.
No sabes distinguir entre un salpullido y una condición severa
Ambos son rojos y parecen irritaciones, pero algo te falta observar para estar segura si hay que preocuparse o simplemente ir a la farmacia.
Te cuestan trabajo los pañales
Recien nacido es difícil, un poco más grande es mucho más difícil.
Requiere un postgrado enseñar a tu hijo a usar el baño
Parece sencillo, te sientas y vas al baño. ¿Por qué es tan difícil enseñárselo a alguien? Pasarás horas averiguando cómo explicarle esto a alguien que no sabe nada de nada (literalmente).
Engañar a un niño no es tan fácil
No hay una razón verdadera de por qué debería de usar los zapatos nuevos que le compraste sólo porque te salieron caros. Tú lo sabes y tu hijo lo sabe.
Olvidate de otros idiomas, el español no lo dominas al 100%
A pesar de que conoces el idioma desde toda tu vida, en realidad no sabes lo que es una preposición. Esto podría ser un problema cuando te toque ayudar con tareas.
Los atuendos de bebé son del diablo
No debería de ser tan difícil ponerle algo que es una sola prenda, pero por alguna razón siempre termina abriéndose y ya no sabes cómo debe ir puesto.
….También las carriolas
Antes sólo las empujabas y ya, ahora las tienes que doblar y desplegar y simplemente no hay forma de hacerlo sin lastimarte algún dedo.
El bolso para las cosas de tu bebé tiene unas verdaderas carencias
Todo mundo sabe que debes llevar un cambio adicional de ropa además de las toallitas húmedas, pañales, cobijas, juguetes, agua, jugos, etc.
Hubieras puesto atención en la clase de filosofía
“¿Por qué es azul el cielo?”
“Esto…. ¿porque sí?”
Eso no suele funcionar, mejor opta por “preguntale a tu papá.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.