Ser un joven emprendedor tienes tanto sus ventajas como sus desventajas.

Sarah Haselkorn es una joven emprendedora que decidió abrir un restaurante mientras estudiaba en la Universidad de Washington en St. Louis. Al principio lo mantuvo en secreto, preocupada por que le dijeran loca por abrir un negocio a tan temprana edad.

Cuando por fin le contó a sus padres, ellos estaban aliviados de que no los juntó para contarles que se había embarazado.

Siendo un joven emprendedor, en particular con un negocio no-técnico, puede ser muy difícil, principalmente para que te tomen en serio y cuando hay mucho peso en las primeras impresiones.

Aquí hay unos de los principales problemas con los que se encontraran jóvenes emprendedores y cómo solucionarlos:

1. Que te tomen en serio: muchas personas no podían creer que Haselkorn era la dueña del negocio donde comieron.

Muchos de sus clientes le preguntaban si la locación era una franquicia. Cuando podía hablar al respecto con los conocimientos necesarios de negocios, le preguntaban si era dueña del restaurante. Cuando respondía que sí, se sorprendía la gente con lo joven que era Haselkorn. “Puedes hacer lo que quieras,” solía responder Sarah tras reírse un poco. El truco es que no le des razón a nadie para creer que no eres capaz.

Siendo un joven emprendedor, tienes que esforzarte mucho más para que se te tome en serio. No puede ser uno perfecto y siempre cometerás errores en el camino. Aprende de tus errores y responde a ellos con madurez. Confianza y humildad serán dos herramientas que te llevaran muy lejos.

2. Asegurando fondos: para jóvenes emprendedores que apenas empiezan con sus negocios, un buen primer consejo es buscar un negocio que no requiera de mucha capital ya que puede ser muy difícil conseguir dinero de los bancos. Sin embargo, no siempre es posible abrir un negocio con poco dinero.

Para abrir un restaurante se necesita dinero para empezar, pero no es fácil conseguirlo en los bancos.

Lo mejor es conseguir que gente que conozcas invierta y te financie, ya sea que ellos mismos te den dinero o firmen contigo para préstamos en el banco para ayudar con tu credibilidad.

Otra opción es recurrir a compañías que tratan con gente de “alto riesgo”. Toma en cuenta que aunque te den capital estas compañías, suelen tener tasas altas de interés.

3. Ser identificable con tus amigos: aunque tus amigos te apoyen, nunca entenderán realmente por lo que estás pasando. Pero estar cerca y conectado con tus iguales es básico para crecer. Hay que tener un poco de distancia entre tu vida empresarial y tu vida social.

El camino de un emprendedor nunca es fácil, pero ser joven tiene sus dificultades adicionales. Superalas y serás mucho más impresionante por hacerlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.