El tabaquismo, la exposición a químicos, el polen y el polvo constituyen agresores muy importantes para el buen funcionamiento del sistema olfatorio y respiratorio, dijo el experto Luis Humberto Govea Camacho.

El otorrinolaringólogo agregó que los productos utilizados para la limpieza del hogar como el cloro y el amoniaco, por mencionar algunos, también son agresivos. Su contenido químico irrita la mucosa nasal produciendo inflamación, sin embargo, evitando el contacto, el efecto se revierte.

Por su parte, los pólenes y el polvo, igual producen inflamación de la mucosa nasal (rinitis) y, a diferencia de las dos anteriores, muchas personas tienden a desarrollar una hipersensibilidad olfatoria.

Conforme avanza el proceso inflamatorio, se produce una hiposmia, esto es, una disminución parcial de la agudeza en el sentido del olfato, que por lo general se acompaña de pérdida del sentido del gusto.

¿Qué hacer en esos casos?

Cuando la mucosa nasal se inflama no es aconsejable la utilización de gotas como mucha gente hace, sobre todo cuando contienen oximetazolina.

La oximetazolina es un neurotransmisor “con que ya cuenta el cuerpo y si lo administramos, vamos a producir reacciones como aceleración del ritmo cardiaco, problemas para dormir y para afrontar situaciones de estrés”, por mencionar algunas.

En cuanto a los mentoles, éstos producen enfriamiento y por lo mismo se contraponen a una de las funciones básicas de la mucosa nasal que es mantener tibio el aire que se respira, “por eso sentimos que se destapa la nariz, pero es más bien como una reacción a ese elemento frío que se introdujo”, puntualizó.

  • Evitar exponerse a este tipo de factores y en caso de tener tapada la nariz, no utilizar productos que contengan los componentes ya citados y más bien optar por lavados nasales.

“Existen productos comercialmente con atomizadores especiales” que logran descongestionar “inclusive se pueden observar a simple vista puntos negros, como polvo que salen de la nariz cuando la lavamos de esta manera”, agregó.