Asociado tradicionalmente con los clubes de desnudistas y los bailes eróticos, el pole dance ha alcanzado una enorme popularidad entre miles de mujeres por los beneficios que ofrece. Como ejercicio es muy similar a un deporte indio llamada Mallakhamb practicado por hombres y se cree que tiene origen en los números acrobáticos de artistas de circo chinos.
Combinando movimientos de yoga, pilates y danza, en una sesión de una hora se pueden quemar hasta 600 calorías. Diferentes gimnasios y clínicas especializadas ofrecen clases de baile en tubo sin requisito alguno de edad, complexión o capacidades deportivas. Las sesiones normalmente comienzan con estiramientos para seguir con movimientos de baile, elevaciones, sentadillas, abdominales y poco a poco se enseña a trepar por el tubo. Uno de los beneficios más importantes del pole dance es que ayuda a aumentar la confianza de quienes lo practican. Celebridades como Heather Graham, Cindy Crawford, Jennifer Love Hewitt y Teri Hatcher han confesado públicamente su afición por esta disciplina.
El tubo, generalmente fabricado con acero, se extiende de piso a techo y tiene en promedio 5 centímetros de diámetro, para que se pueda tomar con una sola mano. Las lesiones más comunes son por quemaduras por contacto con el mismo aunque también pueden surgir desgarres musculares, de ahí la importancia de comenzar calentando.
Si te interesa practicar pole dance, busca un lugar en tu ciudad que ofrezca lecciones. Generalmente ofrecen clases muestra sin costo.
Fuente: Silvia Olmedo