Los abrazos son más que una manifestación de cariño y pueden hacer por ti más de lo que piensas.

Las personas nos abrazamos con una duración media de 3 segundos. Pero unos investigadores han descubierto que cuando un abrazo se alarga hasta los 20 segundos o más, se produce un efecto terapeútico tanto para el cuerpo como para la mente.

Y es que un abrazo dado con sinceridad produce una hormona comúnmente denominada como la hormona del amor, científicamente llamada “oxitocina”. Esta sustancia nos ayuda a relajarnos, a sentirnos seguros, a superar nuestros miedos y a paliar nuestra ansiedad.

La ventaja de este remedio es que es gratuito y accesible en todo momento, siempre que tengas a alguien al lado. Así que conoce más sobre los beneficios que un abrazo tiene para la salud:

Ayuda a la comunicación: Un abrazo genera confianza y un sentido de seguridad. Esto ayuda a la comunicación abierta y honesta.

Es una forma muy especial de terapia de contacto que contribuye significativamente en el proceso de sanación de una persona y a su salud en general. Algunos investigadores han llegado incluso a relacionar los abrazos con terapias a distintos tipos de cáncer.

Alivia sentimientos de soledad o ira: Los abrazos pueden aumentar instantáneamente los niveles de oxitocina, otorgando una sensación de bienestar y contrarrestando los sentimientos de soledad, aislamiento e ira.

Mejora el estado de ánimo: Un abrazo prolongado eleva los niveles de serotonina, mejorando el estado de ánimo y disminuyendo algunos trastornos como insomnio y depresión. Un abrazo también alivia los problemas emocionales fuertes, sean familiares, pasionales o físicos.

Fortalecen el sistema inmunológico y disminuyen el estrés: La suave presión sobre el esternón y la carga emocional que esto crea estimula la glándula del timo, que regula y equilibra la producción de glóbulos blancos en la sangre, ayudándote a mantenerte sano y con energía.

abrazo de oso

Eleva la autoestima y mejora las relaciones interpersonales, fortaleciendo los lazos de amistad y amorosos, además de sentirse valorado. Los abrazos nos hacen sentir amados y especiales. De hecho, muchos especialistas asocian el autoestima a las sensaciones táctiles de nuestros primeros años de vida. Los mimos que recibimos de nuestra mamá y papá mientras crecimos nos marcan, y conectan con nuestra capacidad de querernos y respetarnos a nosotros mismos.  

Relaja los músculos: Losa abrazos liberan la tensión en el cuerpo. Pueden incluso calmar algunos dolores al estimular la circulación en los tejidos blandos.

Equilibra el sistema nervioso: El efecto de la humedad y la electricidad en la piel que da un abrazo puede equilibrar nuestro sistema nervioso.

Ayuda a disminuir las posibilidades de que se presenten síntomas de senilidad en personas mayores de 70 años. También retrasa el envejecimiento, te mantiene más joven y vital en tus actividades.

Son parecidos a la meditación y la risa: Los abrazos nos alientan a fluir con la energía de la vida. Además, nos sacan de nuestros patrones de pensamiento y conectan con los sentimientos, equilibrando nuestra respiración.

Cuando una persona abraza a otra, en realidad fortalece su cuerpo, ya que se estimula el nivel de hemoglobina que transporta el oxígeno a los tejidos, llenándolos de energía nueva que continua rejuveneciendo el cuerpo.