Salir con alguien quien le sacas 10 años puede ser una experiencia bastante reveladora. Tiene sus altos y sus bajos, y aquí te platicamos un poco de ambos y las cosas que aprenderás en esta situación:
Los hombres y las mujeres maduran a diferentes ritmos
Salir con alguien a quien le sacas tantos años significa que tendrás que aceptar que hay ciertas formas que piensan y experiencias de vida que les hace falta y puede ser muy frustrante en momentos. Pero no lo tomes a mal, son cosas que no le han tocado aún.
La gente en sus 20 es bien tonta
A tus 20 te habrías ofendido por esto, pero por ahí de tus 35 te das cuenta de que es muy cierto esto. Claro, a esa edad te sentías todo un genio. La humildad que viene con la edad no les ha tocado aún.
También la gente en sus 30
Al igual que a los 20 te sentías que ya te la sabías completa, a tus 30 llega otro nivel de arrogancia que luego aprenderemos que sigue siendo parte del mismo ciclo de humildad que pasamos toda la vida.
La verdad es que no puedes comparar tu nivel de experiencia hace 10 años con lo que sabes hoy. Y eso seguirá siendo cierto por el resto de nuestras vidas, así que recuerda que un poco de humildad y empatía llegarán lejos cuando salgas con alguien mucho más joven que tú.
Es difícil quedarte callada cuando sabes qué es lo mejor
Tienes años de experiencia de vida que a tu pareja joven le faltan, pero sabes que no es tu lugar solucionarle sus problemas. Si te pide consejos, se los das sin problema.
La mayor parte del tiempo él va a pensar que sabe mejor que tú lo que le conviene, pero ya dejarás que cometa los errores que tenga que cometer para aprender y llegar a tu nivel de sabiduría.
El sexo no tiene que ser orgásmico para ser divertido
Tu pareja joven seguro estará dispuesto a aprender que el sexo no siempre tiene que terminar con un orgasmo para ser gratificante.
El sexo trata más sobre la conexión y no necesariamente el orgasmo, eso sólo es un buen extra al final.