La obesidad es un problema mundial causado por una variedad de factores.
Expertos coinciden en que se necesita tomar acciones urgentes y que todo el mundo, no sólo la persona o las familias afectadas, debe hacer algo para buscar una solución.
Pero, ¿qué acciones tendrán mayor impacto?
Compradores expertos
Terry Jones, director de la Federación de Alimentos y Bebidas de Reino Unido, considera que los consumidores deben ponerse al día en sus conocimientos de salud y comprar con más sabiduría.
“No existe una solución sencilla o simple para enfrentar la obesidad, y todos debemos jugar un papel. De parte nuestra, los fabricantes debemos cambiar las recetas de los productos, para crear opciones más saludables, debemos invertir en educación al consumidor y ofrecer una información nutricional clara que permita tomar decisiones más sanas”.
El experto señala que la industria debe ayudar a los consumidores a entender mejor lo que comen y toman, y cómo estos productos pueden encajar en una dieta saludable. “Hacer un mejor uso de las etiquetas nutricionales nos puede ayudar a administrar nuestra ingesta calórica y algunos nutrientes en un día.
“Estamos de acuerdo en que se necesita hacer más para asegurarnos de que tanto niños como adultos se aprovechen de las oportunidades para incluir el ejercicio en el día a día”.
Prohibición de anuncios
La profesora Sheila Hollins, presidenta del comité de ciencia de la Asociación Médica Británica (BMA, por sus siglas en inglés), asegura que la prohibición completa de anuncios de comida basura es lo que hará una verdadera diferencia.
“Factores medioambientales, incluyendo la promoción de comida que no es sana, y la poca infraestructura para tener un medio de transporte activo, han tenido un impacto negativo en los hábitos alimenticios de las personas y en sus niveles de actividad”, algo que según la experta ha exacerbado los problemas de obesidad.
“Con un alarmante aumento de los niveles de obesidad en niños, la BMA urge la introducción de una prohibición completa en la publicidad de alimentos poco sanos, y que haga un mejor uso de los medios para promover mensajes por un estilo de vida sano.
“Un mejor y consistente etiquetado de las comidas es fundamental para permitir a los consumidores que tomen una decisión informada de sus opciones dietéticas. Razón por la cual hemos hecho repetidos llamados para que se introduzca un enfoque consistente y estandarizado donde en la parte delantera exista un etiquetado basado en el principio del semáforo”.
Esto es algo que organizaciones como la Campaña para la Comida Infantil también tiene de primero en la lista.
“Es poco probable que se produzca una merma significativa de la obesidad si no se asegura que todas las empresas cambien sus hábitos de mercadeo, de una forma más rápida y profunda de lo que lo harían”.
Simples cambios
El organismo de Salud Pública británico cree que iniciativas como pedir a las personas que hagan cambios simples (una gaseosa con azúcar por una alternativa dietética o sin azúcar) ayudará a reducir la crisis de obesidad.
Estos cambios de algo que gusta por otra cosa que también gusta podrían ahorrarles a las familias hasta tres cuartos de un kilo de azúcar en cuatro semanas, según la campaña Cambios Inteligentes de Change4Life.
La idea no es privarse de los sabores o alimentos, sino de buscar alternativas que eviten el sobrepeso y, por consiguiente, disminuyan los riesgos a desarrollar enfermedades cardíacas o diabetes.
Programas de ayuda
La asociación para el Estudio de la Obesidad considera clave una mayor disponibilidad de intervenciones que ayuden a la gente a perder y controlar el peso.
Esto varía desde programas sencillos y económicos para la mayoría de las personas, hasta ayuda más intensiva disponible a aquellos con una obesidad más aguda y compleja.
La asociación insiste en que en las localidades se deberían crear grupos de apoyo que estén en contacto con las clínicas y ambulatorios, de manera tal que cuando un doctor trate a un paciente con sobrepeso, pueda referirlo, siempre y cuando lo desee la persona.
Existen muchos programas con base científica para tratar la obesidad, lo que falta es que estén disponibles en todas partes.
Por otra parte, la asociación señala que “se debe detener la fuerte promoción de alimentos y bebidas con alto contenido energético, a fin de apoyar los esfuerzos de pérdida de peso y de prevención del desarrollo de obesidad en personas que actualmente tienen un peso saludable”.