Estudio concluye que los sustitutos artificiales no previenen obesidad. Nutricionistas recomiendan regular el consumo de alimentos dulces…

Endulzar el café de la tarde con un sustituto del azúcar o elegir la versión light de un refresco pueden parecer la opción más saludable: se ahorran fácilmente algunas calorías sin sacrificar por completo el sabor.

Sin embargo, un artículo científico de la Universidad de Purdue (Indiana, EE. UU.) exploró el lado amargo de los edulcorantes: a la larga, su uso traería pocos beneficios e importantes riesgos, entre ellos la diabetes tipo II, aumento de peso y enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos fueron publicados en la revista Trends in Endocrinology and Metabolism.

El estudio recopila los resultados de varias investigaciones que probaron los efectos del consumo de bebidas con endulzantes artificiales. Estas se efectuaron en total con cientos de miles de pacientes, y en algunos casos casos durante más de quince años.

El más sorprendente hallazgo tal vez sea que, aunque los edulcorantes contengan cero calorías, su consumo diario no conduce a la pérdida de peso.

Más bien, el aumento de peso que pueden causar es similar al de las bebidas endulzadas con azúcar o jarabe de maíz.

Otros estudios hallaron que excederse con las bebidas dietética incrementa las posibilidades de sufrir diabetes tipo II y del síndrome metabólico. Este síndrome es un conjunto de enfermedades que aumentan la probabilidad de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Uno de los artículos reseñados incluso encontró que tomar dos gaseosas dietéticas al día eleva el riesgo de padecer hipertensión, a igual grado que un consumo similar de gaseosas regulares.

El artículo señala que los consumidores regulares de edulcorantes muestran patrones alterados de actividad en las zonas del cerebro que responden al dulzor. Esto sugiere que los sustitutos artificiales del azúcar no satisfacen el deseo por el dulce.

Además, otras investigaciones han encontrado que los endulzantes faltos de calorías deterioran la respuesta fisiológica normal a los sabores dulces en ratones de laboratorio. Perder esa sensibilidad llevó a los animales a atracarse de comida rica en calorías y azúcares.

Moderación ante todo. Sus efectos en la salud han sido objeto de debate entre profesionales de la Medicina.

La nutricionista costarricense Raquel Araya advierte a la población de que el consumo de alimentos light debe acompañarse de una revisión de las etiquetas de información nutricional.

Según su consejo, el consumo de azúcar o edulcorantes con moderación no implica mayor riesgo, siempre que sea parte de una alimentación equilibrada. En cambio, si abuso de alimentos refinados, de repostería y panadería, eso es lo que me puede llevar a problemas. Siempre debe haber un equilibrio entre el consumo y el gasto de calorías”, añadió la nutricionista.

La nación, 15 Julio 2013.