Liberar la conciencia a través de una lucha interna es lo que propone el espectáculo multidisciplinario Mai Sho Gaku, trazos de fuego, de la actriz, cantante y bailarina Irene Akiko, que inició una breve temporada en el Teatro El Galeón, del Centro Cultural del Bosque (CCB), en esta capital.

La propuesta escénica, que podrá ser apreciada hasta el 13 de abril, reúne Mai (danza), sho (caligrafía) y gaku (música), para representar los elementos naturales agua y fuego.

La autora y directora Akiko mencionó que el espectáculo inicia desde los camerinos, donde los actores se maquillan y se visten con sus trajes típicos de danza, proceso que puede durar hasta una hora.

Detalló que a través del maquillaje se busca expresar emociones, pues cada color de la pintura que colocan en sus rostros tiene un significado, tal es el caso de rojo que representa valentía, energía, heroísmo y vitalidad, y el azul, que es un color más frío y espectral.

MAI SHO GAKU. TRAZOS DE FUEGO

“Por ejemplo en los hombres se pintan unas líneas en la cara para resaltar los pómulos o hacer más fuerte la sangre en los ojos, así como enfatizar los gestos y la boca para que se vean más masculinos y en las mujeres solamente en los ojos y boca”, dijo la directora.

Asimismo, mencionó que la obra se desarrolla con música de tambores japoneses, con la que los personajes danzan aludiendo a los elementos del agua y el fuego, al tiempo que un monje escribano shodoka traza kanjis (ideogramas japoneses) crear poemas que hace lucir en enormes lienzos y en los cuerpos de los propios personajes.

Apuntó que la obra trata de liberar la conciencia a través de una lucha interna. “El Bonzo, por medio del shodo, evoca la presencia de las deidades elementales del Oriente, provocando con su escritura hacer encarnar a los opresores de su mente, que no son otros que los propios miedos y debilidades”.

La artista agregó que cada uno de los personajes representa a un elemento o deidad. “El agua es la energía negativa y pasiva de aspectos psicológicos, emocionales y subconscientes; el fuego, la energía positiva y activa de aspectos espirituales, mentales y conscientes”.

Este “performance” reúne la técnica del teatro Kabuki, nacido hace más de 400 años y el cual hoy es considerado patrimonio cultural de la humanidad, así como la danza butoh, que surgió como efecto de la posguerra y que es denominado una de las expresiones de arte contemporáneo japonés más influyentes a nivel internacional.

“Mai Sho Gaku, trazos de fuego” cuenta con las actuaciones de Irene Akiko, Arturo Tames, Berenice Contreras, Nahoko Kobayashi y Alejandro Méndez.