Es una regla básica para cuidarte al igual que lo es taparte la boca cuando toses o lavarte las manos después de ir al baño. Cuando tomas antibióticos, tienes que terminarte el tratamiento aún si te vuelves a sentir bien. Los doctores te piden esto debido al conocimiento de que terminar el tratamiento antes de tiempo puede resultar en las bacterias creando una resistencia hacia los antibióticos. Si no termines con el problema por completo, la infección puede regresar peor que antes y tendrás que tomar más antibióticos.

Pero algunos expertos están diciendo otra cosa. Algunos están diciendo que continuar con el tratamiento de antibióticos puede ponerte en mayor riesgo de tener una reacción alérgica, daño al riñón, daño a las células sanguíneas o problemas de hígado.

Exponerte a los antibióticos es lo que vuelve las bacterias resistentes. Cuando continúas tomando los antibióticos innecesariamente (en el caso de que la infección se haya curado),le da a las bacterias más tiempo para aprender cómo superar el medicamento, volviéndote más propenso a bacterias resistentes a futuro.

Mientras más tiempo tomes un antibiótico, más probable que la bacteria resistente predominará, principalmente en el sistema digestivo y la piel.

Cuando esto sucede, las bacterias resistentes tienen mayor probabilidad de esparcirse más, especialmente en hospitales donde hay otras personas tomando antibiótico con sistemas inmunes debilitados.

Pero esto no significa que deberías dejar de tomar el antibiótico el segundo que te sientas mejor. Algunas infecciones sí necesitan el tratamiento completo para ser totalmente eliminados.

Es recomendable que hables con tu doctor sobre descontinuar tu tratamiento de antibióticos.

 

Publicado por Othón Vélez O’Brien.