La leucemia, un grupo de cánceres que afectan la médula osea y la sangre, es uno de los más difíciles de tratar y frecuentemente vuelve después de curarse y se vuelve resistente al tratamiento. Pero un nuevo estudio podría brindar esperanza al revelar que es posible hacer que las células de leucemia se maten entre si.

El estudio ha inventado una técnica que convence a las células de leucemia a transformarse en células inmunológicas que matan a la leucemia al reescribir su programación biológica. La clave es un anticuerpo humano increíblemente raro.

Los anticuerpos son proteínas producidos naturalmente en el sistema inmunológico. Actúan como las “esposas” de los “policías” de los glóbulos blancos, aferrándose a los invasores como microbios y neutralizándolos directamente o marcándolos para su destrucción.

Recientemente, científicos estuvieron buscando terapias con anticuerpos para tratar a personas con una deficiencia inmunológica en donde la médula no produce suficientes glóbulos blancos. Esperaban encontrar anticuerpos que activarían los receptores en las células de médula poco desarrolladas que causaría que se desarrollaran. Han conseguido esto durante los últimos años, pero lo que no esperaban encontrar fue un puñado de estos anticuerpos inducidos a crecer convertir las células no desarrolladas de la médula a células de otro tipo completamente, como las que se encuentran normalmente en el sistema nervioso.

La leucemia mieloide aguda (AML) es un tipo de leucemia particularmente agresiva que ataca  las células mieloides en el cuerpo, estas células tratan las infecciones bacterianas, parásitos y previenen la propagación del daño de tejidos. Quienes padecen de AML producen demasiados glóbulos blancos en la médula, lo cual interfiere con la producción normal de otros tipos de glóbulos.

Los investigadores saturaron una muestra de sangre llena de estas peligrosas células de AML con estos anticuerpos que provocan el crecimiento y lo que descubrieron fue increíble: los anticuerpos transformaron las células de AML en células dentríticas, células clave para el apoyo del sistema inmunológico. Con suficiente exposición a estos anticuerpos, estas células maduraron aún más hasta convertirse en células que parecen y se comportan como células que cazan y matan amenazas en el cuerpo, incluyendo virus, bacteria y células cancerígenas.

Esta células demostraron una capacidad de extender sus zarcillos dentro de sus hermanos cancerígenos, destruyendo 15% de ellos en una muestra dentro de un solo día. Increíblemente, estas células sólo buscan las células que solían ser y ningún otro tipo de célula, ya sea cancerígeno o no.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.