La mayor huelga de pilotos de la aerolínea alemana Lufthansa entró en su tercer y último día, la cual fue calificada como “desproporcionada” por el presidente de la compañia.

Cientos de vuelos han sido cancelados este viernes. Antes del comienzo del paro de tres días la compañía había anunciado que las cancelaciones serían en total tres mil 800.

La compañía informará a lo largo de este día acerca de los detalles técnicos de la “vuelta a la normalidad” del transito aéreo. Para mañana, se espera que haya otras cancelaciones, aunque deberían de ser puntuales.

Desde el miércoles, la huelga convocada por el sindicato de pilotos Cockpit paralizó casi por completo la rutina de la compañía de bandera alemana, que es también la mayor de Europa.

Según datos proporcionados por Lufthansa, 452 mil pasajeros resultaron afectados. Aún así se logró mantener el diez por ciento de la actividad, gracias a 190 pilotos voluntarios o que no pertenecían al mismo sindicato.

El sindicato Cockpit, tras una votación interna, convocó a fines de la semana pasada a cinco mil 400 entre capitanes y copilotos de Lufthansa, de su filial económica Germanwings y de la comercial de carga, Lufthansa Cargo, a suspender su actividad durante tres días.

En el centro del debate están aumentos de sueldos y mantener el sistema de jubilaciones anticipadas, apartado cancelado unilateralmente por Lufthansa en diciembre de 2013.

Los pilotos reivindican la posibilidad de jubilarse antes, debido a la alta responsabilidad de su trabajo y a la intensidad de sus tareas que para algunos se hace insoportable con el pasar de los años, de acuerdo a los argumentos de los aviadores.

La compañía no fue precisa en el cálculo de los daños económicos generados por la huelga, sin embargo indicó que se trataría de “decenas de millones”.

Expertos independientes llegaron a cifrar las perdidas en 12 millones. A estos se añaden pérdidas económicas ingentes en particular en los principales aeropuertos de Múnich y Frankfurt.

En una entrevista con el diario financiero Handelsblatt, el presidente de Lufthansa, Christoph Franz, consideró que la magnitud de la huelga fue “desproporcionada”.

La percepción de la huelga en la sociedad alemana es variada. Si por un lado se apoyaron las reivindicaciones en el tema de pensiones, fueron más difíciles de digerir las de aumentos de sueldos, ya que los pilotos de la compañía constituyen una de las categorías mejor pagadas en el país.

Lufthansa argumenta que los sueldos están a la altura de las otras dos grandes compañías europeas: Air France y British Airways. En Estados Unidos los pilotos suelen ganar menos.

Berlín, 4 Abr (Notimex).