La diseñadora y especialista en marketing Olivia Muus hizo de su visita al museo algo un poco más divertido de lo habitual. Mientras estuvo frente a estos retratos históricos, ella les tomó fotos con sus brazos colocados de tal forma que pareciera que eran los protagonistas de las fotos quienes se tomaban una selfie a sí mismos.
Incluso aquellos que ya estén cansados de tantas innovaciones en las selfies, notarán que esta serie de autofotos son muy divertidas e irónicas gracias a su mezcla entre la historia y las tendencias de la actualidad.