El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que la intervención realizada a la estatua ecuestre de Carlos IV, conocida como “El Caballito” presenta daños en el 50 por ciento de su superficie, causados por la pérdida irreversible de la patina original de la escultura, derivada del uso de ácido nítrico al 30 por ciento.

César Moheno, secretario técnico del Instituto, aseguró que la intervención realizada por el señor Arturo Javier Marina Othón, presuntamente contratado por funcionarios del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, no contó ni cuenta con la autorización del INAH.

Asimismo, dio a conocer que se violó la ley federal sobre Monumentos y Zonas arqueológicas, artísticas e históricas y su reglamento, por lo que el Instituto presentará una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra quién o quienes resulten responsables por dicha intervención.

Según el dictamen, la escultura presenta desaleación y pérdida irreversible de elementos (estaño y zinc) por el uso de ácido nítrico al 30 por ciento; corrosión del bronce y abrasión de la superficie por el uso de cardas metálicas.

En la parte del pedestal se presentan daños por disolución de materiales constitutivos por escurrimiento y absorción del ácido nítrico y óxidos; y manchas en la piedra por el escurrimiento y absorción de la solución del ácido nítrico.

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También, manchas en los tableros de mármol por escurrimiento del ácido nítrico; manchas en los tableros de mármol por salpicaduras de óxidos de hierro de los andamios; incremento de los daños preexistentes en la piedra, lo que alteró las propiedades físicas del material y demeritó las cualidades estéticas del monumento histórico.

Asimismo, se menciona la disolución y desprendimiento de capas superficiales de carbonato de calcio, ocasionados por una limpieza con agua a presión de los tableros de mármol.

El informe señala, además, que los documentos presentados por el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México y por Arturo Javier Marina Othón, mediante los cuales se pretendió obtener solicitud de autorización por parte del INAH de manera extemporánea, están incompletos.

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De acuerdo con César Moheno, el valor cultural del monumento histórico intervenido es incalculable. Sin embargo, señaló que la estimación de los daños ocasionados al monumento por la intervención asciende a un millón 415 mil 723 pesos.

Destacó que los daños generados son irreversibles, por lo que consideró urgente iniciar un proceso de intervención para estabilizar el monumento histórico y restituir los elementos necesarios que garanticen su conservación.