Nuestro cuerpo tiene innumerables maneras de decirnos cuando algo esta mal, pero no sólo con nuestro bienestar físico, también sabe cuando algo anda mal emocionalmente. Aquí hay unas señales que nos da el cuerpo dependiendo de qué estamos sintiendo:
1. Dolor en la cabeza
El dolor en la cabeza puede ser causado por el estrés que has sentido en el día. Tomate un poco de tiempo todos los días para relajarte y aliviar el estrés.
2. Dolor en el cuello
Si sientes dolor en el cuello, podría ser que estas teniendo problemas al perdonar a alguien o a ti mismo. Si te duele el cuello, piensa en lo que te encanta de la gente que conoces.
3. Dolor en los hombros
El dolor en los hombros indica que llevas contigo una carga emocional pesada. Enfocate en unas formas activas y positivas para resolver tus problemas e intenta repartir un poco tu carga, nadie dice que tienes que hacerlo todo tú.
4. Dolor en la espalda alta
Esto significa que no tienes suficiente apoyo emocional. Quizá te sientas poco querido o no deseado. Si eres soltero, esto podría significar que es hora de intentar conocer a alguien.
5. Dolor en la espalda baja
Esto podría significar que te preocupa el dinero. Podría ser buen momento de considerar organizar tus finanzas.
6. Dolor en los codos
Esto habla de tu resistencia ante el cambio en la vida. Si tienes los codos tensos, deberías de pensar en lo positivo que conllevarían los cambios en tu vida y considerar si te hace falta un cambio.
7. Dolor en las manos
Esto significa que no estas acercándote a la gente como deberías. Considera buscar nuevos amigos o comer con un compañero de trabajo para intentar hacer nuevas conexiones.
8. Dolor en las caderas
Esto podría significar que te da miedo avanzar. Esto significa que te resistes a seguir adelante con tu vida y aceptar el cambio. Quizá estés pensando demasiado las cosas cuando tienes que tomar una decisión.
9. Dolor en las rodillas
Esto podría significar que tu ego es demasiado grande y que estas pensando demasiado en ti mismo. Pasa un rato haciendo cosas para otros por un rato, recuerda que no eres un dios en la tierra.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.