Como sabemos las expectativas son estos; pensamientos, deseos o esperanzas que los seres humanos tenemos en relación a casi todo lo que nos rodea. No podemos evitar tener expectativas y definitivamente el tenerlas no es algo que este mal pese a que lo que escuchamos muchas veces es “no debes esperar nada” o “tener expectativas solo te frustrará”.
Decir que tenemos cero expectativas es una total mentira, por más pequeñas o grandes que sean, ahí están, metidas en nuestra cabeza. Luchar contra ellas o por no tenerlas, es una batalla imposible de ganar.

El problema con las expectativas no es el tenerlas, el problema real es como actuamos cuando no se cumplen. Como dijimos, las expectativas son inevitables, pero si dejamos que estas afecten nuestro ánimo, motivación y actitud, se convierten en algo negativo. Por eso aquí te dejamos algunas situaciones en las que las expectativas frustradas se convierten en un problema y cómo solucionarlo.

Escenarios creados

A veces creamos escenarios en nuestra cabeza sobre como pasarán las cosas, planeamos hasta el último detalle, y cuando algo no pasa exactamente como lo esperábamos nos enojamos y dejamos de disfrutar lo que está sucediendo. No hay que dejar que esto suceda, si las cosas no salen como esperabas intenta encontrar el lado bueno, disfrutar el momento y no perderlo por estar pensando en el hubiera. No significa que dejes de planear las cosas, más bien es que si esos planes se frustran no dejes que arruine todo lo bueno que puede pasar.

Sentimientos

Estas pueden llegar a ser las expectativas no realizadas que más duelen. Porque cuando nosotros sentimos algo por alguien siempre queremos creer que ellos sienten lo mismo y al momento de darnos cuenta que no es así nos podemos llenar de tristeza y se vale llorar lo que pudo y no fue, pero no nos debemos cerrar a sentir, ya sea por esa persona o por alguien más. Es normal que nos lastime ese feeling (amor, cariño, respeto, admiración, etc.) no recíproco, pero al final no es posible controlar lo que sienten los demás y el dejar que esto nos cambie es dejar al problema ganar. Si te pasa esto, lo mejor que puedes hacer es quedarte con el aprendizaje y dejar ir.

Relaciones

Cuando decimos relaciones no sólo nos referimos a una relación de pareja. Podemos tener expectativas en todas nuestras relaciones interpersonales, amigos, familia, hasta solamente conocidos. Y el problema aquí es cuando esperamos que la otra persona actué de cierta manera o haga las mismas cosas por nosotros que nosotros hacemos por ellos y al no pasar esto nos enojamos o los resentimos, podemos esperar ciertas cosas de la gente que nos rodea claro, pero no podemos dejar que lo que ellos hagan nos mueva todo, porque al final cada persona es diferente y cada quién ve las cosas de distintas maneras.

Uno mismo

Estas, se podría decir que son las más controlables, porque cuando esperamos algo de nosotros mismos, normalmente está en nuestras manos que esta expectativa se vuelva realidad. Pero puede pasar que no estemos listos para hacer algo que nos habíamos propuesto, que factores externos nos lo impidan y no podemos dejar que el que no se haya logrado nos frene o nos haga sentir que nunca lo vamos a lograr. Hay que tener expectativas realistas con nosotros mismos y si no se vuelven realidad en lugar de que nos tire al suelo debemos volverlo una motivación para seguir intentándolo hasta conseguirlo.

Esperamos que esto te ayude en tu día a día y siempre recuerda que no podemos controlar las acciones de los demás o del universo sólo nuestras reacciones a ellas.

Escrito y publicado por Pastora Vélez.