Cuando la gente estaba viendo el servicio funerario de Nelson Mandela el pasado 10 de diciembre, no estaban poniendo atención a lo que el intérprete para sordos, Thamsanqa Jantjie, estaba haciendo. Todos (menos por los sordos) daban por hecho que estaba haciendo bien su trabajo y que probablemente alguien le estaba entendiendo.
Algunas horas después se hizo conocimiento público que, en verdad, este cuate se estaba inventado todo. Nada de lo que gesticulaba tenía sentido en ningún lenguaje de señas para sordos. Él atribuyó el incidente a un ataque de esquizofrenia y ahora mismo se encuentra en un hospital psiquiátrico cerca de Johannesburgo.
La pregunta central es ¿qué significado tuvo todo ese sinsentido? ¿Era un mensaje secreto el que estaba transmitiendo?, ¿tal vez se estaba comunicando con alienígenas?, ¿con los reptilianos?, ¿tal vez con masones?
El filósofo eslovaco Slavoj Zizek tiene una respuesta muy interesante a esa pregunta. Dice que “la falta de un mensaje real era el único mensaje por mandar”. La presencia de los mandatarios en el servicio funerario –según Zizek- fue un “ejercicio autocomplaciente que la interpretación falsa de Jantjie tradujo a lo que realmente era: un sinsentido”.
Eso significa que los mandatarios no estaban ahí para rendir homenaje a Nelson Mandela, sino que estaban ahí por hipócritas. Para mandar un mensaje a la población mundial (que estaban muy tristes por la muerte del ex-mandatario sudafricano) sin que estuvieran realmente interesados en lo que decían o sucedía en el lugar. Fue una ceremonia falsa con fines puramente políticos, y todo eso lo sabemos gracias a la interpretación fallida de Thamsanqa Jantjie.
Es una conclusión fuerte a la que llega, pero ¿estará, como las gesticulaciones del buen Jantjie, falta de sentido? Eso lo determinará cada quien. Por mi parte no veo imposible que algunos políticos hayan asistido a la ceremonia por el puro hecho de asistir. Lo que veo complicado es que Jantjie haya subido al estrado con la intención de transmitir el mensaje que explica Zizek.
Por otro lado, la historia del intérprete es muy extraña. Ha sido arrestado por lo menos cinco veces desde mediados de los 90, con cargos desde violación hasta asesinato. Pudo evadir los juicios por estar mentalmente incapacitado porque, como ya mencioné, tiene esquizofrenia.
Entonces, independientemente de si este señor estaba consciente o no de lo que hacia ¿se podría decir que su actuación tuvo algún significado? Sin duda, puede ser la interpretación de Zizek o pude ser cualquier otra. El caso es que si un señor esquizofrénico que ha sido arrestado varias veces llega a ser el intérprete para sordos en el servicio funerario de Mandela, aunque él no esté diciendo nada, nos dice algo.
¡Feliz navidad!