Una fosa clandestina con varios entierros con una cantidad no determinada de cadáveres fue descubierto afuera de un pueblo en Guerrero donde la violencia la semana pasada resultó en la muerte de seis y la desaparición de 43 estudiantes.
La fosa se encontraba en las afueras de Iguala, según Iñaky Blanco. Dijo que los cadáveres fueron enviados al servicio forense para determinar si alguno de ellos es alguno de los estudiantes desaparecidos.
No hubo un conteo oficial, sin embargo, algunas 20 personas fueron encontradas enterradas.
Los cadáveres fueron quemados y tenían señales de haber sido enterrados recientemente.
La violencia en Guerrero es frecuente. Iguala fue sometido a una serie de tiroteos alrededor del 27 de septiembre y durante la mañana del día siguiente.
Según fiscales del Estado, los primeros conflictos se llevaron a cabo cuando la policía disparó a unos camiones que fueron robados por estudiantes protestando.
Tres jóvenes murieron y 25 personas fueron heridas. Unas horas después, unos hombres no identificados con máscaras dispararon a dos taxis y un camión con un equipo de futbol en la carretera principal, dejando a dos muertos en el camión y uno en los taxis.
Después de la violencia, se reportaron a 43 estudiantes como desaparecidos desde la confrontación de los protestantes con la policía.
Según Blanco, los policías involucrados estaban bajo investigación y también mencionó que los investigadores habían encontrado videos que muestran a la policía había arrestado a varios de los alumnos después del primer incidente y se los llevaron.
22 oficiales se enfrentan a cargos de homicidio.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo que se esta investigando el posible involucramiento de grupos de crimen organizado, que presuntamente se ha infiltrado en el gobierno del pueblo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.