Piensa en esto la próxima vez que estés en una junta importante: durante una conversación de 30 minutos, en promedio se transmiten alrededor de 800 señales no verbales. Esto significa que mientras tú estas diciendo una cosa, tu cuerpo podría estar transmitiendo otro mensaje.

Para evitar malos entendidos a futuro, aquí te ayudamos un poco para identificar lo que dices con tu lenguaje corporal:

Fruncir los labios

Normalmente haces esto después de aplicar algo en los labios. Sólo te cuidado de no estar transmitiendo otro mensaje, como que ocultas algo. Esto es algo que uno suele hacer con los labios cuando intenta guardarse información o ocultar algo. Esto es algo que hacemos inconscientemente, como si nuestro cerebro le dijera a tus labios que no digan nada y que se mantengan cerrados. Intenta no hacer pucheros cuando estés hablando con alguien, podría causarles desconfianza y creerán que algo les ocultas.

Mirar por encima de tus lentes

Cuando miras a alguien por arriba de la orilla de tus lentes, aunque no sea tu intención, se interpreta como si estas siendo crítico. Evitar esta mirada inconsciente es tan sencillo como mirar a la gente a los ojos o si vas a moverte los lentes, pontelos arriba de la cabeza en vez.

Jugar con tu joyería

Quizá no te des cuenta, pero jugar con tus aretes, collares, anillos o pulseras suele transmitir una vibra de coqueteo. La parte interior de tus muñecas, el cuello y el cabello son zonas de feromonas, partes del cuerpo que causan la atracción. Esto esta bien si estas en una cita, pero ten cuidado no hacer esto alrededor de amigos o colegas.

Jugar con tu cabello

Ya sea un hábito nervioso o un reacomodo casual, todos nos tocamos el cabello. Sólo ten cuidado con hacerlo a la mitad de una conversación. Nuestros ojos por naturaleza siguen a los objetos en movimiento. Siempre que toques tu cabello es una distracción para la persona con quien hablas. Peor aún, podría parecer un comportamiento ansioso. Esto es porque normalmente el tocarte el cabello, aunque no estés nervioso, parece un gesto de pacificación. Cuando tocas tu cabello sin pensarlo, de cierto modo estas devaluando tu confianza.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.