La línea entre el amor y la lujuria puede ser algo confuso, muchos de los síntomas de ambos estados de ser pueden ser iguales, así que es fácil confundirlos.

Tanto el amor como la lujuria nos traen fuertes emociones de querer estar con alguien, pero son muy diferentes esencialmente.

Aquí hay unas preguntas que te puedes hacer la próxima vez que tengas esta duda:

Disfrutas de verdad su compañía

Una de las principales diferencias entre el amor y la lujuria es el hecho de que puedan llevarse como amigos los dos. Esto es importante porque si realmente no disfrutas de la compañía de esta persona cuando no están siendo íntimos, es posible que sólo sea lujuria.

¿Qué es lo que más te gusta de él?

Piensa en lo que más te gusta de esta persona. ¿Es cuando te hace reir? ¿La forma que te sientes en su presencia? ¿El hecho de que parezca un dios griego?

Darte cuenta de qué es lo que realmente valoras de esta persona, incluso si es más de una cosa, puede ayudarte a averiguar qué es lo que realmente sientes con esta persona.

¿Qué harías para que funcione esta relación?

El amor no es fácil, una relación basada en amor requiere mucho trabajo. La lujuria también puede ser inconveniente en momentos, pero es una sensación más temporal.

Si se trata de lujuria, es muy probable que no tengas ganas de hacer algún mayor esfuerzo para mantener la relación. Por otro lado, cuando estás enamorada tomas muy enserio las medidas que tendrás que tomar para que esto funcine.

¿Cómo te sentirías sobre él si se viera distinto?

No siempre, pero con frecuencia la lujuria se basa en el físico. Así que pregúntate cómo te sentirías sobre esta persona si luciera diferente. ¿Afectaría la manera en la que te sientes o para nada?

Si la respuesta es sí, entonces es muy probable que se trate de pura lujuria de tu parte.

¿Cómo te sientes por sus defectos?

Todos tenemos defectos, hasta la gente que amamos. Pero estar enamorada no significa que no te des cuenta de esto.

Si sientes algo muy fuerte por esta persona, sus defectos no te molestarán, por otro lado, si se trata de lujuria, es posible que prefieras ignorar estas fallas en lugar de aceptarlas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.