Pasar todo el día en el sol o comer cosas muy saladas te hará tomar agua con mucha frecuencia, pero eso es normal. Ahora, si sientes sed todo el tiempo o como si nada lo que tomes te puede saciar la sed, quizá se trate de algo además de deshidratación temporal.

La sed puede indicar que estás sudando más de lo que necesitas o puede ser un síntoma de alguna enfermedad. Hasta puede tratarse de un efecto secundario de ciertas dietas.

Así que si no puedes dejar de sentir sed por alguna razón, estas son algunas posibilidades que quizá no esperabas:

Boca seca

Cuando la boca la tienes muy seca puede darte sed, pero esta condición, también conocida como xerostomía, es cuando no puedes producir suficiente saliva para mantener tu boca húmeda.

Esto puede ser el resultado de terapia de radiación para tratar cáncer, ciertas medicaciones, fumar o simplemente es la edad. Otros síntomas incluyen mal aliento y encías inflamadas.

Si este es tu caso, simplemente toma más agua.

Diabetes

Cuando tienes diabetes, la glucosa se acumula en tu sangre, haciendo que tus riñones trabajen más para absorberlo, cuando lo logran hacer esto, hace que orines más de lo normal, lo cual en cambio te provocará más sed.

Anemia

Cuando sufres de anemia, a tu organismo le cuesta trabajo producir suficientes glóbulos rojos sanos, resultando en una falta de oxígeno en tu cuerpo.

Conforme se agrava esta condición, te puede incrementar la sed junto con otros síntomas como debilidad y fatiga.

Dieta baja en carbohidratos

Si has estado consumiendo menos carbohidratos, quizá hayas notado que te está dando más sed de lo normal. Resulta que es un efecto secundario normal.

Cuando le bajas a los carbohidratos, a tu cuerpo le faltará glucógeno. Hay alrededor de 3 g de agua por cada gramo de glucógeno.

Estás haciendo más ejercicio

Seguro has estado pendiente de todo el agua que tomas si siempre has entrenado, así que te confundirá la sed que siempre sientes de repente.

Si has aumentado el ejercicio en tu rutina últimamente, entonces estás haciendo que tu cuerpo sude más de lo normal, así que es normal que tengas que tomar más agua para compensarlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.