Si nunca has oído de la grasa maravillosa que es la mantequilla clarificada, preparate, esto podría emocionarte mucho.

¿Qué es exactamente? Mantequilla sin los sólidos de la leche. Viene de la India, donde le dice ghee y se usa en todo desde los deliciosos curries y dals hasta las medicinas tradicionales y en ceremonias religiosas.

Se hace derritiendo mantequilla sin sal hasta que hierva y se quita de la superficie las proteínas blancas de la leche. El resultado es un líquido dorado que sabe mucho más rico que la mantequilla normal, puede ser calentada a altas temperaturas sin que se queme y puede guardarse en el refrigerador por semanas sin echarse a perder.

¿Pero qué es lo que lo hace tan saludable? Para empezar, podría ayudarte a bajar de peso. Comparado con mantequilla normal, tiene mucho más ácido linoleico conjugado, un ácido graso que se encuentra en lácteos y carnes, investigaciones han demostrado que tiene la capacidad de identificar y quemar la grasa del vientre. Y como otras grasas saludables, incrementa la saciedad, así que te sentirás lleno más rápido y por más tiempo.

Si sufres de problemas estomacales, la mantequilla clarificada puede ayudar con esto también. Es rico en ácido butírico, un ácido graso que puede ayudar con el dolor abdominal, promueve una fauna intestinal saludable y reduce la inflamación en la gente con síndrome de intestino irritable y otras enfermedades de intestino inflamado. Y ya que no tiene las proteínas de la leche, normalmente la puede consumir la gente con intolerancia a la lactosa.

Pero tampoco deberías de consumirlo a cucharadas. La mantequilla clarificada tiene las mismas calorías que el aceite de oliva o de coco, con 120 calorías por cucharada. Y como la mantequilla, también es alto en grasa saturada, que no necesariamente es una grasa saludable, pero tampoco es dañino. Sin embargo, en moderación, la mantequilla clarificada vale la pena sumarla a tu dieta.

Lo mejor es que es muy fácil de hacer en casa. Sólo necesitas un ingrediente y media hora más o menos para dejar que la mantequilla haga lo suyo en la estufa. Pero si no la quieres hacer, también la puedes encontrar en venta en varios supermercados.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.