Pero según nuevos estudios, los doctores han descubierto un caso donde un niño de cinco días de haber nacido se enfermó después de que su madre empezó a tomar pastillas hechas de su placenta.
Poco después del parto, el bebé estaba teniendo dificultades para respirar y fue internado en una unidad intensiva neonatal donde salió positivo para una infección bacteriana conocido como estreptococos de grupo B. Esta bacteria normalmente es encontrada en la vagina o el recto en un cuarto de mujeres sanas.
Se les hacen pruebas a las mujeres para estas bacteria durante el embarazo ya que puede transmitirse al bebé durante el parto. Aunque esta mujer salió negativa en las pruebas a las 37 semanas.
Al bebé se le recetó un tratamiento de antibióticos y fue enviado a su casa, pero tras cinco días volvió y salió positivo para esta bacteria nuevamente. Los doctores no tenían idea del origen de la infección hasta que se enteraron que la madre mandó a encapsular su placenta tras el parto. Después de analizar las cápsulas, los doctores vieron que dieron positivo para estreptococos.
Le pidieron a la mujer que dejará de tomar las pastillas de placenta y volvieron a tratar al bebé y mandarlo a casa.
Pero ahora la duda es qué tan común puede ser que se contaminen las pastillas de placenta.
Siempre es algo que hay que tomar en consideración en estos casos, cómo se maneja y almacena la placenta post parto es vital en este proceso. No existe un protocolo estandarizado para encapsular la placenta y los métodos comunes normalmente no eliminan potenciales patógenos.
Fuera de eso, los doctores dudan de los presuntos beneficios de ingerir la placenta de una misma. No existen datos ni evidencias definitivas con respecto a esto.
Fin y al cabo, es tú decisión hacer estas cosas o no. Sólo procura informarte y estar pendiente de cualquier problema que pudiera surgir como en el caso de esta mujer.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.