Exactamente como nos enseñó Blancanieves, nunca deberías de confiar en un espejo.
Esta brujería involucra un espejo que parece convertir cuadrados en círculos y vice versa. Pero interesantemente, no es sólo el espejo engañándote, es una combinación de las figuras que se usan y tu perspectiva voluble.
El truco fue diseñado por Kikichi Sugihara para el concurso de La ilusión del año.
Mirar los objetos directamente y sus reflejos genera interpretaciones muy distintas a las figuras tridimensionales. Parecen cilindros verticales, pero sus secciones parecen diferentes, en una perspectiva parecen rectángulos mientras que en la otra parecen círculos. No podemos corregir nuestras interpretaciones aunque sabemos por lógica que provienen del mismo objeto.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.