No importa cuánta confianza te tengas, invitar a alguien a salir es un riesgo porque el rechazo duele. Por esta razón puede que evites hacerlo de plano o lo haces de manera tan casual que la persona no está segura si la invitaste a una cita o no.

Aquí te ayudamos a lograr esto manteniendo tu dignidad al final:

No pienses de más

Puedes ser tu propio peor enemigo cuando se trata de dar el primer paso. El miedo al rechazo es uno de los factores principales problemas para las relaciones. No te limites, nadie quiere ser rechazado, pero es parte de la vida.

Si piensas las cosas demasiado previamente, es probable que te convenzas de no hacerlo al final. Simplemente proponte un plan e invítala a salir.

Mantén las cosas simples y directas

No te andes con rodeos cuando vas a invitar a alguien a salir. Puedes confundir a la persona y puede terminar en un malentendido. Tampoco seas ambiguo con tu pregunta diciendo algo por el estilo de “¿te gustaría hacer algo?” Si vas a invitar a alguien a salir, ten un plan ya propuesto, por ejemplo: “¿Te gustaría salir a cenar algún día esta semana?”

Demuestras que te interesa invitarla a una cita y no a algo casual. No hagas planes elaborados que pueden crear más presión, haz algo tranquilo que pueda terminar siendo memorable.

Si preguntas vía mensaje de texto, pon atención a la respuesta

Si no te da un “si” definitivo, probablemente no se le antoje mucho. En este caso, pon atención a lo que te responde. Si te dicen que están ocupados y no te proponen una alternativa, por lo general significa que no les interesa. Si están ocupados y te proponen otro día, entonces les interesa, sólo no pueden el día que propusiste.

Si te quieren cambiar el plan, no lo tomes como rechazo, dales oportunidad de hacer que pasen las cosas. Si no lo hacen, pues no pasa nada.

Si no te responde, intenta de nuevo otro día, pero si la segunda vez no responde, no sigas intentando y déjalo ir.

Si alguien quiere salir contigo, lo hará, si no, no lo hará. Es así de sencillo. Haz el esfuerzo, espera la reciprocidad y si no lo consigues, sigue con tu vida.

Si le vas a pedir en persona, empieza con algo pequeño

Conocer a alguien en persona e invitarla a salir tiene sus propias reglas. No sólo te le acercas a la persona y la invitas a salir. Empieza con algo pequeño para ver qué intereses pueden tener en común.

Observa cómo responden a tu acercamiento. Si te le acercas y no te responde, es cortante o se aleja de ti, dale vuelta a la página y deja a esta persona en paz. De lo contrario, habla de algo que podría interesarle dependiendo de dónde estén.

Analiza la situación según el entorno. Si estás en la fila para un café, pregúntale qué les gusta o si han probado la especialidad de temporada. Si recibe bien la plática, continúa, pregúntale cómo se llama, a qué se dedica, etc. Trata de no espantar a la persona con tus preguntas.

Pon atención al lenguaje corporal y la vibra que te dan. Esto toma práctica y que estés consciente de tu ser.

Si te rechazan, sólo tienes que recordar que no importa y eventualmente encontrarás a alguien.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.