Ha empezado. Un artista le ha dado a una máquina una saboreada de la sangre humana.
Ted Lawson ha creado una impresora robótica que usa sangre como tinta. Lawson ha usado su propia sangre para crear este arte conectándose a una intravenosa a la máquina. De esta manera la sangre no se coagula antes de usarse.
La imagen en si es un retrato desnudo de tamaño real del artista. La máquina tiene que ser programada para cada imagen que tendrá que imprimir.
El video de la impresora en acción muestra a Lawson tomando jugo para no dejar caer su nivel de azúcar en la sangre. Parece que el proceso toma mucho tiempo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.