Cuando Ashley Soto fue diagnosticada con vitiligo, una condición que causa que haya pérdida de pigmento en la piel por partes, a los 12 años, decidió que se lo ocultaría al mundo. En meses la condición se esparció a un 75% de su cuerpo, haciendo que quiera esconder aún más su piel.
Pero durante su adolescencia, decidió que quería encontrar una manera para amar y aceptar su piel y empezó a darse cuenta de lo bello que es su condición y lo empezó a trazar con un marcador.
De ahí, Soto empezó a recrear obras de arte en su cuerpo, incluyendo la Noche Estrellada de Von Gogh.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.