La arena, a pesar de que la puedes agarrar con las manos o excavar sin problema, de cierto modo, básicamente forma un cuerpo sólido. A lo que me refiero con esto es que puedes pararte sobre la arena sin preocuparte por hundirte en ella como con el agua.

Pero aquí tenemos a un individuo que se le ocurrió la brillantísima idea de buscar un modo de hacer que la arena se comporte como un líquido, permitiendo que objetos o uno mismo se pueda hundir en la arena. Hasta nos demuestra cómo puede nadar en la arena.

El principio es básico, la idea es hacer que fluya aire entre la arena de un modo específico. La clave fue taladrar pequeños hoyos de 2 mm con 90 grados de espacio entre ellos para los lados y 20 mm a lo largo. Este arreglo se acomoda hasta abajo del contenedor lleno de arena para que el aire recorra todo el volumen de la arena.

El principio científico detrás de este divertido fenómeno tiene que ver con la fluidez. Básicamente se requiere que la fuerza del aire subiendo, empujando cada grano de arena hacia arriba, sea equivalente a la fuerza que ejerce la arena hacia abajo. Esto lo que consigue es que cada granito de arena encuentre un equilibrio y se mantenga a flote en casi el mismo lugar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.