Ahora puedes pedir tu comida en línea, imprimir tu ropa en 3D, pero no cada cosita en la vida ha recibido una actualización.

El rastrillo, por ejemplo, no ha recibido algún mejoramiento verdaderamente innovador en ya muchos muchos años. Los mejores rastrillos son considerados los que parecen que tu abuelo solía usar.

Todo esto cambia con el Skarp, un rastrillo de aluminio con un láser en lugar de hojas de metal. La longitud de onda del láser no sólo te da una rasurada con un acabado suave, pero también te ahorra bastantes complicaciones de rasurarte, como irritarte la piel, pelos enterrados, ni derrames con crema de rasurar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.