Después de un día estresante, no hay nada como un largo y caliente baño, ¿pero hasta qué punto nos hace daño la temperatura del agua?

La temperatura ideal para un baño no debería de ser mucho más que tibia. Cuando el agua es demasiado caliente, puedes dañar la salud de tu piel. Aunque no hay una regla absoluta para qué tan caliente debe ser el agua de tu regadera, pero la mayoría de los doctores sugieren que se mantenga debajo de 43ºC. Si sientes alguna molestia o tu piel se vuelve rosa, probablemente sea demasiado caliente.

El agua caliente remueve los aceites naturales de la piel, dejándola seca haciendo que sientas comezón. También deberías de saber que baños muy largos a temperaturas más bajas también pueden secar tu piel. El agua caliente también remueve los aceites naturales del cabello, causando que se reseque y si pintas tu cabello, puede causar que el color se desvanezca más rápido.

Además de los efectos obvios en la piel del calor, el agua caliente también puede causar problemas debajo de la piel. Ya que incrementa la circulación, esto puede causar que las células inflamatorias exageren aún más la resequedad o la comezón de la piel que ya has estado combatiendo.

El calor extremo también causa una reducción en la presión sanguínea, lo cual puede resultar en mareos. Desmayarte en la regadera no suena como algo divertido.

El agua caliente también abre tus poros, así que si quieres sacarle provecho a eso, te aconsejamos que mantengas el agua caliente focalizado en tu cara.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.