La búsqueda de la fuente de la juventud aún sigue. Pero hoy, aquellos que lo buscan son biólogos moleculares.

El último candidato para este propósito es una medicina llamada rapamicina, un medicamento que se usa para suprimir al sistema inmunológico para evitar el rechazo de trasplantes de riñón. Como efecto secundario, parece que el medicamento extiende las vidas de algunos mamíferos. Pero antes de que los humanos puedan probarlo, se probará en perros.

Este medicamento busca las proteínas que regulan el crecimiento celular y se ha demostrado que también puede extender la vida de ratones. Aún no se entiende como la rapamicina consigue esto.

Sin embargo, pruebas en humanos serían poco rentables ahorita y no se sabe qué efectos secundarios podría tener en personas. Pero dos biólogos moleculares de la universidad de Washington creen que pequeñas dosis podrían funcionar en perros. Pondrán a prueba el medicamento con perros grandes, que suelen vivir entre 8 a 10 años. Observarán los efectos que tiene en su sistema cardiovascular y salud en general por tres años.

Según uno de los investigadores, los perros domésticos pueden ser mejor para las pruebas dado que experimentan muchas de las mismas influencias ambientales que nosotros y tienen muchos de los mismos problemas de envejecimiento que los humanos. Al entender cómo funciona este medicamento, estarán un paso más cerca de ver si el medicamento podría servir para prolongar nuestras vidas.

 Publicado por Othón Vélez O’Brien.