Los adictos a la cocaína, que de por sí están en riesgo de latidos cardíacos anormales, problemas de presión arterial, alucinaciones, convulsiones y accidentes cerebrovasculares, pueden agregar a la lista otra complicación potencial de salud: la putrefacción de la piel.

Nueva York y Los Angeles, en Estados Unidos, se encuentran en alerta por la cocaína adulterada con un medicamento de uso veterinario llamado levamisol, ya que ésta podría ser la culpable de necrosis cutánea, una enfermedad que come la piel.

La droga, que se utiliza para desparasitar ganado, cerdos y ovejas, puede pudrir la piel de la nariz, las orejas y las mejillas. Y más del 80 por ciento del suministro de cocaína en EUA la contiene.

“Es importante que la gente sepa que no es sólo en Nueva York y Los Ángeles, la oferta de cocaína está en todo el país”, dijo el Dr. Noah Craft, un dermatólogo del Instituto de Investigación Biomédica en Los Angeles.

Según un informe de abril de 2011, 82% de la cocaína incautada contiene levamisol y se desconoce exactamente por qué sus distribuidores usan esta sustancia en lugar de los rellenos más tradicionales como el bicarbonato de sodio. Algunos dicen que podría mejorar los efectos de la droga, que incluyen un estado de ánimo eufórico o ”alto” y un aumento de la energía. Es posible que también se utilice para hacer rendir económicamente la droga y aumentar sus beneficios.

Como si la piel podrida no fuera suficiente, el levamisol también evita que la médula ósea produzca glóbulos blancos encargados de combatir las infecciones.

“Es un poco como tener VIH”, dijo Craft, añadiendo que si no se da atención médica el resultado puede ser fatal. “Alrededor del 10 por ciento de los pacientes morirá y están caminando por ahí como una bomba de tiempo.”