Cuidar tus dientes se trata de mantenimiento preventivo, pero quizá hagas cosas que dañen tus dientes a diario sin que tú lo sepas. Aquí te presentamos con unos hábitos que probablemente no sabías que están dañando tus dientes.
1. No vas al dentista
Te cepillas los dientes, usas hilo dental e incluso usas herramientas especiales para los dientes para quitar la placa. Podrás creer que tienes perfectos hábitos dentales, pero eso no te exenta de ir mínimo una vez al año con el dentista. Es lo mismo que mandar a hacerle el servicio a tu coche.
2. Te saltas las lavadas de dientes
Obviamente sabes que dejar de limpiarte los dientes un día no es lo mejor para ellos, pero quizá no sepas cuánto daño faltar a una sesión de limpieza puede hacerte. Tu boca siempre esta llena de bacterias y cuando ciertas de estas bacterias permanecen demasiado tiempo en tus dientes, comienzan a colonizar y producen ácido que puede dañar tus dientes. Cepillarte diario ayuda a remover la placa antes de que las colonias puedan dañar tus dientes y el hilo dental asegura que saques lo que no alcanza el cepillo.
3. Cepillas hacia los lados
La higiene bucal no se trata de meterte un cepillo en la boca y simplemente moverlo de un lado para otro. La forma adecuada de cepillarse los dientes requiere de cierta técnica. Debes cepillarte suavemente en pequeños círculos, de lo contrario puedes hacerle daño a tus dientes. Vale la pena saber que las pastas de dientes blanqueadoras son más abrasivos que otros.
4. Usas una pasta sin fluoruro
Algunas pastas de dientes, especialmente las naturales, dicen no tener fluoruro. Necesitas de esto para conseguir los dientes más saludables posible. Uno de los mayores logros de cepillarte los dientes es que actúa como un sistema de entrega de fluoruro y logras conseguir una cantidad concentrada en la superficie de cada diente. También lo que hace es reemplazar los minerales que se desgastan por las bacterias que producen ácido. Incluso repara los dientes después de que hayan sido dañados por los dientes.
5. Usas tus dientes como herramientas
Invierte un minuto extra para encontrar las tijeras en lugar de abrir las cosas con los dientes. Esta práctica es muy dañina para tus dientes, no están hecho para esta clase de acción. Como adulto, las orillas de tus dientes se han desgastado con el tiempo, esto hace que sea más fácil lastimar tus dientes si muerdes mal una superficie dura.
6. Masticas hielo
O cualquier otra cosa bien dura, como huesos o semillas de frutas. Tus dientes no tienen gran resistencia ante esta clase de fuerza, especialmente cuando se trata de hielo. Estas sometiendo tus dientes a grandes cambios de temperatura que hacen que las cosas se expandan y contraigan ligeramente. Esto es suficiente para dejarte micro quebraduras en tu esmalte. Podrás salirte con la tuya por un rato, pero tarde o temprano, las quebraduras se acumularán y se te puede caer un pedazo de diente.
7. Tener una bebida dulce todo el día
Si tienes un refresco en tu escritorio todo el día, estas poniendo tus dientes bajo riesgo. A menos de que no contenga azúcar, te la estas pasando alimentando a las bacterias en tu boca todo el día. Y ya sabes que los endulzantes alternativos no son buenos para tu salud, así que recomendamos que de plano dejes el refresco. Si vas a beber algo con un alto contenido en azúcar, házlo de una buena vez y cepillate los dientes, pero no te tomes el día entero para acabarte una botella de refresco. O como mínimo, enjuagate la boca de vez en cuando para limpiar los residuos de azúcar que se quedan dentro. Esto aplica con cualquier alimento con un contenido de azúcar, no sólo aplica con bebidas. Toma aproximadamente unos 20 minutos para que se restablezca el nivel del pH en tus dientes después de comer algo parecido, así que si te la pasas todo el día de trago en trago y mordisco en mordisco, no le estas dando la oportunidad a tus dientes de darse un descanso del ataque de las bacterias colonizadoras. No es mala idea que te lleves un cepillo portátil y después de algún bocado particularmente dulce lavarte los dientes.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.