Una alimentación que cubra los niveles adecuados de zinc sérico en adolescentes embarazadas disminuye los riesgos de partos por cesárea, bebés prematuros y de bajo peso, señala un estudio realizado por Jessica Bukrinsky Corenstein, alumna de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos de la Universidad Iberoamericana.

Jessica realizó la investigación en 387 menores de 18 años de edad, todas ellas pacientes del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes, a quienes les brindó atención prenatal, orientación alimentaria personalizada que incluía un consumo de 16 microgramos de zinc diarios, parámetro adecuado para la población mexicana.

El estudio indica que se encontró una asociación entre la concentración de zinc sérico en el último trimestre de gestación con métricas satisfactorias en el peso, longitud, edad gestacional, perímetro cefálico y calificación en la prueba APGAR, que mide el estado general de los neonatos.

Los resultados señalan que 59 por ciento de las participantes inició su control prenatal en el primer semestre de la gestación, de las cuales 56 por ciento tuvieron un parto vaginal con 92 por ciento de los neonatos a término y 85 por ciento de los bebés presentaron un peso adecuado.

El objetivo del estudio era mostrar que el control prenatal y niveles adecuados de zinc mejoran las condiciones de los bebés de madres adolescentes, condición que aumenta los requerimientos nutricionales porque hay una demanda metabólica para la aceleración de crecimiento y para los cambios de composición corporal.

Al presentarse un embarazo en esta etapa, las menores deben cubrir tanto sus requerimientos alimenticios para su propio crecimiento como el que demanda el embarazo.

El estudio señala que la deficiencia de zinc entre las adolescentes mexicanas aumenta en aquellas que tuvieron un control perinatal tardío y se recomienda una suplementación de este mineral para evitar que los recién nacidos tengan bajo peso.

La estudiante de la Iberoamericana comenta que por falta de cuidado, educación u orientación las adolescentes no saben la importancia de tener una alimentación saludable que cubra los requerimientos del embarazo lo que puede desarrollar una deficiencia nutricional.

Acudir a cuidados prenatales de forma tardía implica mayor riesgo para ellas y sus hijos. La ingestión de nutrimentos de las adolescentes es baja, sobre todo de aquellos reconocidos como fundamentales para el crecimiento y desarrollo del feto durante el embarazo, y puede derivar en una muerte perinatal y bajo peso al nacer.

El embarazo en adolescentes es considerado un problema de salud pública en México, en donde, hay más de ocho millones de menores de 19 años que ya son madres, según cifras del INEGI.

El zinc se encuentra en una variedad de alimentos, las mayores concentraciones están en productos de origen animal, particularmente en los órganos y músculos de vacunos, porcinos, aves, pescados y mariscos y, en menor medida, en huevos y lácteos.

El contenido de zinc es alto en nueces, semillas, legumbres y cereales sin refinar y bajo en tubérculos, cereales refinados, frutas y verduras.

México, 2 Ago. (Notimex)