¿Por qué razones tenemos sexo? Kinsey, el famoso sexólogo, enumeró una vez más de 200, y seguramente se nos podrán ocurrir muchas más; pero desde el punto de vista de la psicóloga Amy Muise y de sus colegas de la Universidad de Toronto, en realidad tenemos sexo por dos razones: aproximarnos a un resultado o evitar un resultado (outcome), y a grandes rasgos, el primer camino es el del placer, y el segundo es el de la insatisfacción.

¿A qué le llaman “resultado”? Es muy sencillo: según Muise, si alguien tiene sexo motivado por resultados positivos (como sentir placer o conectarse con una persona), tener sexo aproxima a esa persona a ese resultado. Por el contrario, si la persona tiene sexo para evitar resultados (por ejemplo, para evitar una pelea o evitar decepcionar a alguien), al final también estará buscando un resultado, pero poniendo el sexo como coartada para evitar hacer otra cosa.

“Tener sexo con una pareja para buscar intimidad o para experimentar cercanía promueve el deseo sexual, lo que también promueve la satisfacción sexual y de la relación. En contraste”, continúan los autores, “buscar sexo para evitar consecuencias negativas como el conflicto o la decepción de la pareja, disminuye el deseo sexual, y a cambio, merma la calidad sexual y de la relación.”

Los investigadores establecieron esta ecuación que parece de sentido común al seguir las vidas sexuales de 108 parejas, las cuales debían completar encuestas cada día durante las dos semanas que duró el estudio; en los días que las parejas tuvieran sexo, cada participante debía contestar 26 preguntas relativas a los motivos, asignándoles un valor de 1 a 7. Algunas respuestas incluyeron “Para evitar que mi pareja se enoje” o “Para sentirme mejor sobre mí mismo”. Además de tales preguntas, cada participante debía asignar valores a su satisfacción sexual, a la satisfacción de la relación, y a su nivel de deseo cada día.

Los resultados demostraban que cuando alguien tenía sexo por “evitar un resultado” su nivel de satisfacción sexual, de relación y de deseo, decaía; por el contrario, cuando se perseguía satisfacer al otro, obtener placer o acercarse a su pareja (“perseguir resultados”), los niveles de satisfacción general aumentaron.

Fuente: (Avant Sex)