Un grupo de médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, a través de una cirugía fina y delicada logró extirpar con éxito un tumor cerebral a una joven adolescente.

La joven paciente controlaba el dolor de cabeza con medicamentos hasta que el padecimiento se tornó insoportable y le produjo dificultad en el habla, la visión, el movimiento y en el proceso de pensamiento.

“Empecé con dolores muy leves pero como me los controlaba con medicamento, no les hacía mucho caso”, expresó Gaby, de apenas 18 años de edad, quien fue atendida de inicio en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 7 de Lagos de Moreno.

Posteriormente continuó su atención médica en el Hospital de Especialidades del IMSS Jalisco, donde se diagnosticó el meningioma que ponía en riesgo no sólo su funcionalidad cerebral, sino su vida.

El neurólogo del HGZ No. 7, Guillermo Dorazco Barragán, explicó que “era un tumor primario del cerebro alojado en la región fronto-temporal izquierda, que le causaba dolores de cabeza de leve intensidad que progresaron tanto en frecuencia como en intensidad, al grado de provocarle alteraciones en su desempeño diario”.

En la tomografía apareció la tumoración, era muy grande, de ocho por seis centímetros “el porcentaje de pacientes con dolor de cabeza y tumor es de menos del cinco por ciento”, dijo el experto y destacó que además de las cefaleas, se fueron agregando otros síntomas en Gaby, como debilidad del lado derecho y dificultad para hablar.

En marzo de 2012 y tras aplicarle medicamentos para bajar la inflamación, Gaby fue trasladada de urgencia al Hospital de Especialidades, donde tuvieron que pasar 10 días para que, entre estudios y la continuación del tratamiento farmacológico, su cerebro se desinflamara y permitiera así, la cirugía para extirparle el tumor.

El jefe de Neurocirugía del Hospital de Especialidades del IMSS, César Cañedo Castañeda, explicó que se había confirmado que se trataba de un meningioma, que son tumores benignos cuyo crecimiento promedio anual es de un centímetro.

“Cuando vemos una tomografía y el tamaño de la tumoración, podemos decirle al paciente ?la edad? que tiene esa neoplasia y en el caso de Gaby, era de ocho años”, explicó el especialista.

Detalló que los meningiomas se forman del tejido de las meninges que son cubiertas cerebrales, pero en el caso de Gaby tuvo la particularidad de adherirse al ventrículo izquierdo de su cerebro lo cual es “extremadamente raro” y a la vez incrementa la complejidad para su abordaje, el cual es quirúrgico.

“Son cirugías muy finas y muy delicadas, se entra con instrumental especial y uso de microscopio”, dijo.

Destacó que el meningioma de Gaby era aún más difícil por su inusual ubicación intraventricular. “Estaba por delante de la zona motora, o sea de los movimientos, y por detrás de la visual, y esto requirió de mucha pericia para no ocasionar daños irreversibles”.

La cirugía duró seis horas y logró resecar o retirar en su totalidad la tumoración, sin embargo al día siguiente hubo necesidad de una reintervención porque, tras el evento quirúrgico el cerebro empezó a inflamarse, de manera que era necesario retirar un hueso del cráneo para disminuir la presión.

Así, Gaby pasó a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde todas sus funciones eran monitorizadas las 24 horas y donde además dependía de un respirador mecánico para soporte ventilatorio.

“Mi mamá me cuenta que poco a poco me iban desconectando aparatos hasta que por mí misma pude respirar, pero en ese tiempo me cuenta que decía cosas sin sentido, como que alucinaba, hasta que a los 10 días desperté y dije: ¿estoy soñando o qué?”, señaló Gaby.

La joven fue dada de alta del Hospital de Especialidades con déficit en el habla y en el movimiento, por lo que ya de regreso a su natal Lagos de Moreno, en el HGZ No. 7, requirió de sesiones de terapia física y ocupacional para recuperar el mayor porcentaje posible en dichas funciones.

El director de este nosocomio, Jesús Morales Orozco, explicó que fue un trabajo arduo, que implicaba sesiones cada tercer día en el hospital y “tarea de ejercicios que tenía que hacer en casa”, que rindieron excelentes frutos porque la joven no sólo puede valerse por sí misma sino que atiende a su abuela con la que vive.

Por el momento Gaby sigue incapacitada, pero pronto volverá a continuar sus estudios, no la misma carrera que empezaba a cursar: criminología, sino “algo que me cause menos estrés, y he pensado en trabajo social o, por qué no, medicina física, para poder ayudar a mucha gente así como a mí me ayudaron”, dijo.

Fuente: Guadalajara, 20 Sep. (Notimex).