Con charlas de astronomía, lecturas en voz alta, cuentacuentos y talleres de observación con astrónomos, concluyó el primer Festival de Soles y Estrellas en la Biblioteca Vasconcelos.

El festival rindió homenaje al astrónomo mexicano Guillermo Haro, fundador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), a 100 años de su natalicio, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

En un comunicado, refirió que entre las actividades realizadas en el encuentro destacó la mesa “El Sol queda quieto: el solsticio de invierno”, impartida por el doctor Raúl Mujica, investigador del INAOE.

Asimismo, se llevó a cabo la charla “Estrellas de larga cabellera: los cometas”, en la que los asistentes conocieron más sobre la composición, origen y datos de los cometas, antiguamente asociados a tragedias o catástrofes.

Por su parte, la actriz Úrsula Pruneda fue la encargada de ofrecer lecturas en voz alta del cuento “El mejor regalo”, escrito por CC. Wilkeshuis y R. Van Bilsen, y del poema “Cosillas para el Nacimiento”, escrito por Carlos Pellicer.

También, los asistentes rieron con el divertido cuento navideño de Berta Von Glumer, “A pedir de boca”, en el que dos forasteros cumplen los deseos de una pareja que los auxilia.

Como parte de los talleres que se llevaron a cabo en la sala de Usos Múltiples “C”, niños de siete a 12 años construyeron un planetario para proyectar el cielo nocturno en el techo o paredes de sus casas.

Para el público más pequeño, se realizaron las narraciones de “Mi abuelo y una estrella”, en la que un abuelo y su nieta encuentran un objeto luminoso y “Estrellas gemelas”, en donde un cometa engaña a unas estrellas gemelas haciéndolas caer al mar.

La actividad en el ala infantil concluyó con la narración del cuento “Cucharadas de luna”, la historia narra la travesía de Jacinto, un pescador que se extravía en medio de una noche estrellada, pero llega a salvo para la cena de Navidad.

Uno de los espectáculos que más atrajo la atención del público fue el de “Apolonio Mondragón y sus Cuentos solares”, en el que narró la leyenda de Quetzalcóatl, quien se prendió fuego antes de elevarse al cielo.

Mientras tanto, las áreas verdes de la biblioteca lucieron repletas de niños y jóvenes que tuvieron la oportunidad de realizar una observación astronómica del sol, con telescopios y astrónomos del INAOE, para descubrir que esta estrella tampoco es perfecta.

Finalmente, el primer Festival de Soles y Estrellas concluyó con una posada en la que los asistentes convivieron con los personajes de la obra de Diego Rivera, “Niños pidiendo posada”.

 México, 22 Dic. (Notimex).